La posible salida de algunos nombres, de los más impopulares y desprestigiados de la lista, que restarán votos a Marín, es la clave, según ha podido saber este medio. En concreto, los delegados municipales de Fiestas, José Lechuga, y de Juventud, Agustín Díaz, durante el Gobierno local de Ernesto Marín, que vuelve a ser candidato a la Alcaldía, son los nombres que más problemas presentan para el alcaldable, que vería con muy buenos ojos su exclusión. Sin embargo, tanto Lechuga como Díaz presionan internamente con toda la fuerza de que pueden presumir para seguir en la candidatura del PP.
Marín, que perdió en 2007 ante José María Román (PSOE) por más de 3.000 votos, quiere dar la vuelta a las encuestas que afirman que, a pesar del tirón nacional del PP, Román lograría 13 ediles, la mayoría absoluta; encuestas realizadas antes de conocerse la lista del PSOE de Chiclana, que ha incluido a conocidas personas de la vida social de la ciudad y que parece haber descolocado al candidato de los populares.
Las rémoras
Para Marín el exdelegado de Fiestas supone una importante carga. Lechuga acaparó la atención de los medios tras su salida del Gobierno, cuando se conoció que, en plena crisis económica (el Gobierno del PP dejó el Ayuntamiento con 14 millones de euros de déficit), gastó casi 300 euros con cargo al Consistorio en una opípara comida a base de carabineros y cubatas con comensales que aún no ha revelado. A ello hay que agregar sus numerosos viajes por España y el extranjero a cargo de las arcas municipales.
Por su parte, el exdelegado de Juventud era responsable del área cuando Marín inauguró el centro juvenil Box con ordenadores prestados de otras dependencias municipales, que se llevaron al día siguiente de la apertura del centro. La empresa elegida por Agustín Díaz para gestionar la Box, la gaditana Universo Latino, que frecuentemente trabajaba para el Gobierno de Teófila Martínez, dejó de pagar meses después la luz, las líneas de teléfono y hasta el personal; el Consejo Consultivo determinó que le fuese rescindido el contrato.
Así las cosas, parece que Marín es consciente de que con la rémora de los dos concejales, las encuestas más en contra que hace cuatro años y el mal recuerdo de sus casi dos años de gobierno subordinado a Butrón y Guerrero, tendrá muy complicado subir algún concejal, lo que significaría un rotundo fracaso teniendo en cuenta la tendencia nacional de su partido. El candidato del PP ha contactado con varias personas de relevancia de la ciudad para incluirlas en su lista, pero ha encontrado la negativa como respuesta. De este modo, una excargo de confianza del exportavoz del PA, Manuel Guerrero, Sandra Aguilar parece que se convertirá en el fichaje “estrella” de la lista. Ascensión Hita es otro de los nombres que suena con fuerza para una lista que no tendrá nuevos nombres importantes. Previsiblemente, no habrá mucho más.
Los enfrentamientos y disputas internas actuales en el PP no son nuevos. El partido tiene en Chiclana una larga trayectoria de peleas internas que le llevaron, aunque estaba gobernando en España, a obtener unos muy malos resultados en Chiclana, en medio de crisis, escisiones, peleas, exabruptos, salidas de tono en los medios de comunicación, etcétera. La situación llegó a tal punto que la dirección provincial llegó a disolver el órgano director del partido en Chiclana, creando una gestora.
