En referencia a las declaraciones efectuadas por el delegado de Educación del Ayuntamiento de Algeciras, Bernabé Ramirez, la Delegación provincial de la Consejería de Educación niega la existencia de escrito alguno de esta al C.E.I.P. Puerta del Mar en los términos en que alude el concejal. Lo que sí ha sucedido es que el Ayuntamiento, al ser requerido por el centro para que acometiese los trabajos de mantenimiento que le corresponden, se ha vuelto a escudar en la existencia del proyecto de remodelación para eludir una vez más sus responsabilidades.
La Junta sí va a acometer las obras de forma integral del C.E.I.P. Puerta del Mar de Algeciras, que están en programación y cuentan ya con un proyecto básico de ejecución. En reunión mantenida en la Subdelegación del Gobierno del Campo de Gibraltar el pasado 18 de mayo con la Dirección y la Asociación de Madres y Padres el centro, la Delegada provincial, Blanca Alcántara, transmitió a esos representantes que la obra sigue prevista, que es de interés de la Delegación y de la Consejería que se realice, y que la intervención tiene carácter de prioritaria para ambas instancias.
Igualmente, la Delegada les trasladó a esos representantes las razones del retraso en el inicio de las obras. En ese sentido, hay que recordar que el proyecto del C.E.I.P. Puerta del Mar estuvo incluido en un lote de proyectos que fue denunciado por los Colegios de Arquitectos de Andalucía.
Este recurso fue rechazado por el Juzgado Contencioso Administrativo nº9 de Sevilla con fecha de 23 de marzo de 2012 daba razón a la Consejería de Educación en su procedimiento, pero por el contrario ha supuesto un lamentable retraso de casi dos años en las actuaciones.
Con esta nueva situación, la Delegación provincial va a solicitar su inclusión en el próximo ejercicio de intervenciones en centros educativos. En la mencionada reunión no se pudo aportar ninguna fecha, pero sí el compromiso firme de actuación, que fue aceptado por las partes representadas.
De nuevo, el delegado municipal recurre a la letanía de un discurso que, de manera deliberada, desplaza las responsabilidades y omite las competencias del Ayuntamiento en la realización, por ejemplo, de las obras de mantenimiento que le corresponden y que el centro ha reclamado como necesarias.