La Universidad de Cádiz (UCA) tributó este viernes un homenaje a la memoria de Paco de Lucía en su ciudad natal, Algeciras. Fue un acto sencillo, alejado de la sobriedad y en el que el cariño hacia la figura del artista quedó patente en todos los que pasaron por el escenario.
Durante el acto, la primera esposa del fallecido guitarrista, Casilda Varela, una de sus hijas, Lucía Sánchez Varela, y su hermano Pepe de Lucía, recogieron una distinción en nombre del desaparecido músico.
Para la entrega de la misma y para presidir el homenaje asistieron el rector de la Universidad de Cádiz, Eduardo González Mazo; el primer teniente de alcalde de Algeciras, Jacinto Muñoz, ya que el alcalde, José Ignacio Landaluce, se ha ausentado por enfermedad; la delegada del rector para el Campus Bahía de Algeciras de la UCA, Inmaculada Santiago; la delegada territorial de Cultura, Turismo y Deporte de la Junta de Andalucía en Cádiz, Remedios Palma; y la directora del Instituto Andaluz de Flamenco, María Ángeles Carrasco.
La UCA recordó durante este acto, conducido por el periodista especializado en flamenco Fermín Lobatón, el nombramiento de Paco de Lucía como doctor Honoris Causa ocho año después en el mismo escenario, la Escuela Politécnica Superior de Algeciras. Los días previos a aquel acto han sido recordados en una carta de su viuda, Gabriela Canseco, que fue leída durante la ceremonia.
Lobatón subrayó unas palabras del maestro algecireño durante el discurso que ofreció aquel día, en el que dijo que “con los años, son cada vez menos las opiniones que me importan. Ya solo atiendo a las de mi familia, las que recuerdo de mi padre, de mi casa, la de Algeciras”.
Su ciudad, siempre presente en la vida y obra de Paco a pesar de la creciente universalidad de su figura, sigue recordando con cariño y devoción a su ciudadano más ilustre y así quedó patente en el homenaje de la UCA, la primera Universidad que reconoció desde un punto de vista académico al genial guitarrista. Como en aquella ocasión, la UCA estuvo a la altura de las circunstancias y logró redondear un homenaje sencillo y familiar, impregnado del carácter del artista, de su personalidad, alejado de la pomposidad, como siempre quiso estar el algecireño.
Mesa redonda
Sobre su carácter, su vida y su obra versó la interesante y amena mesa redonda en la que participaron el periodista y biógrafo de Paco de Lucía Juan José Téllez, los expertos en flamenco Faustino Núñez y Diana Pérez Custodio.
Este apartado del acto se quedó, sin duda, corto en cuanto al interés que despertó entre el abarrotado salón de actos de la Politécnica.
Pérez Custodio resumió la que en su día fue su tesis sobre el maestro, en la que analiza el paso de su música de lo local a lo global. La clave, según sus palabras, estuvo en la adopción de otras formas musicales, en especial el jazz y las procedentes de América. Profundizó en su análisis atendiendo a un estilo menor, según la valoración de los expertos, como es la rumba, cuya complejidad defendió frente a esos argumentos y la reivindicó como “uno de los lugares comunes en la música universal”.
Núñez, por su parte, experto en la influencia de la música de Cuba y americana, en general, en la música española, asó como autor junto a José Manuel Gamboa de una guía de audición de toda la obra del algecireño, subrayó que la de Paco de Lucía “no fue una revolución en el flamenco, sino muchas a la vez”. Centró parte de su discurso en la prodigiosa técnica del guitarrista y recordó una frase del genio que le trajo consecuencias en su día: “La izquierda es la que crea y la derecha, la que ejecuta”. Recordó además que, durante su etapa formativa en Viena (Austria), la llegada del sexteto de Paco de Lucía era recibida como la de las grandes bandas de rock.
Téllez incidió en el carácter transfronterizo de la música de Paco de Lucía, que comparó con lo cosmopolita de la Algeciras de la primera mitad del siglo XX debido a su puerto y cómo ese ambiente caló en el carácter del músico. Del mismo modo subrayó que en su formación desde niño la figura de su padre y de su familia y cómo inculcaron en Paco la disciplina necesaria para hacer del flamenco un modo de vida y de la guitarra, una herramienta para sobrevivir y con la que tanto él como parte de sus hermanos terminaron “comiéndose el mundo”.
Música
Como no podía ser de otra manera, la música tenía que estar presente en un homenaje al compositor e instrumentista más grande que ha dado Algeciras. Para ello, la UCA contó con artistas locales que, de una forma u otra, estuvieron cerca del maestro en algún momento.
José Carlos Gómez, que abrió el acto con unos tangos, La Cañada, de Paco, ofreció después una composición propia en homenaje al maestro. Para cerrar la ceremonia, la periodista, filóloga y bailaora Mónika Bellido, ofreció un hermoso montaje en el que baila mientras una voz en off, la de Javier Merchante, recita un poema de su propia creación y se proyectan imágenes de Algeciras en memoria de Paco de Lucía.
Posteriormente se sumaron al homenaje el guitarrista Antonio Martín y los cantaores José Antonio Chacón y Rafael Núñez, Lele de Algeciras, para acompañar el baile de Bellido.
Con este apartado musical se cerró el brillante homenaje, en el que la UCA que supo centrar el desarrollo de manera perfecta en la figura del guitarrista y dejó un dulce sabor de boca en memoria de su doctor Honoris Causa.