El plan de peatonalización del centro, que incluía el cierre al tráfico de la calle La Plaza, de un tramo de Arroyuelo y de otro de Nuestra Señora de los Remedios, se inició ayer sin incidencias destacables, salvo las retenciones típicas que provoca cualquier cambio de esta magnitud. “Es normal que en el primer día se produzcan algunos problemas, pero en menos de una semana todo se normalizará”, apuntó el delegado municipal de Tráfico, Sebastián Verdugo.

Hasta ocho agentes de la Policía Local, junto a un controlador de movilidad, han facilitado información a aquellos conductores que la han solicitado, sin que por parte de los agentes se haya impuesto sanción alguna. Durante los próximos días se mantendrá este mecanismo de información, hasta que se entienda que los cambios ya se han asimilado por parte de los conductores.

Sin embargo, dentro de unas semanas el control en la calle La Vega pasará a depender de un sistema de cámaras de grabación, que leerá las matrículas de los vehículos que accedan a la calle y reconocerá a aquellos que no tienen permiso para hacerlo, por lo que ya sí serán sancionados. Pese a que estarán instaladas al inicio de la calle La Vega, estas cámaras captan las matrículas a 1 kilómetro de distancia, por lo que controlarán también los vehículos que accedan por Arroyuelo o por Los Remedios.

Cabe recordar que la peatonalización no es, de momento total, ya que se sigue permitiendo el paso de los vehículos de transporte público, de emergencia, residentes y de carga y descarga en horario restringido. No obstante, la intención, según anunció ayer el delegado de Tráfico, es ir reduciendo al máximo el tráfico por esta vía. “Las líneas de autobuses tenderán a desaparecer y en poco tiempo la calle La Plaza será lo que hoy es Vega”.

Quienes residan en el centro o dispongan de garajes pueden ya solicitar en la Jefatura de la Policía Local una tarjeta para poder circular por las calles afectadas.