La asociación de vecinos Puente Romano, de la barriada de Puente Mayorga, en San Roque, a través de su presidenta, María Jesús García Illescas, ha manifestado su “total rechazo y oposición a la propuesta planteada por Red Eléctrica para construir una nueva subestación en la barriada, dentro del proyecto de enlace submarino Península-Ceuta”.
García Illescas ha advertido que “los vecinos de Puente Mayorga vamos a rechazar con todas nuestras fuerzas cualquier intento de Red Eléctrica de construir una nueva subestación, porque ya vivimos en una barriada muy saturada de instalaciones industriales y eléctricas y no entendemos cómo, de la noche a la mañana, se plantea llevar a Puente Mayorga esta instalación sin contar con los vecinos y sin ningún estudio sanitario ni medioambiental sobre el impacto que tendría sobre una zona muy habitada”.
Para la representante de la asociación de vecinos de Puente Mayorga, “lo que no parece normal es que se quiera cambiar un proyecto que viene desde el año 2016 y que en todo momento ubicaba la subestación en una zona de monte del término de La Línea. Y ahora, que en los últimos meses ha habido protestas en La Línea, desde Red Eléctrica se nos quieran vender a los vecinos de Puente Mayorga que es bueno que esa subestación se construya a menos de 100 metros de las barriadas de Cepsa y Nazaret y a menos de 50 metros del colegio Sagrado Corazón, de la Ludoteca Infantil o de la parcela donde se va a construir una nueva residencia municipal de mayores”.
García Illescas ha adelantado que su asociación de vecinos va a mostrar su oposición a la propuesta de Red Eléctrica “apoyando cuantas movilizaciones sociales y ciudadanas se organicen por parte del Ayuntamiento de San Roque. Los vecinos de Puente Mayorga vamos a decir alto y claro que no queremos esa subestación en la barriada. Lo que tiene que hacer Red Eléctrica es rectificar de inmediato y buscar una nueva ubicación a esa subestación, porque no vamos a permanecer callados ante una decisión que en ningún momento se ha tomado pensando en la seguridad y la salud de nuestros vecinos”.
Asamblea Ecofeminista
Ante falta de una resolución definitiva por parte de las administraciones competentes y el inminente establecimiento de una subestación eléctrica en el Campo de Gibraltar, la Asambleas Ecofeminista de San Roque se ha sumado a la plataforma ciudadana El Puente, y “promoverá y apoyará todas las iniciativas que se pongan en marcha”.
La Asamblea Ecofeminista considera que “el abastecimiento de energía Ceuta no tiene por qué pasar por el deterioro aún mayor de la zona, estamos en contra de una forma de abastecimiento neocolonialista, ni de la salud de las personas que en ellas vivimos ni de su naturaleza y mucho menos para que una empresa de energía privada se enriquezca aún más devastando todo a su paso. Apostamos por un futuro renovable en nuestra comarca y la autonomía energética de Ceuta. La Ciudad Autónoma puede solucionar su déficit energético con una planta de energía alternativa, sin tener que condenar a Puente Mayorga a otra industria contaminante”.
Esta subestación, explica el colectivo, “se crea ante el cambio de ubicación de la subestación planteada por el desarrollo de la RDT de Energía Eléctrica Periodo 2021-2026 y la Resolución 2897 de 11 de febrero de 2021, de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, por la que se otorga el carácter singular de la interconexión eléctrica nuevo enlace submarino de transporte de energía eléctrica de 132 kV doble circuito, «Península-Ceuta», solicitado por Red Eléctrica de España S.A.U., entre las subestaciones eléctricas de Puente Mayorga (Cádiz) y Virgen de África (Ceuta) y su inclusión en el régimen retributivo de inversiones singulares con características técnicas especiales”.
“Queremos preguntar al alcalde de La Linea, Juan Franco, qué ha tenido que suceder políticamente para cambiar la posición de la subestación y qué opinión tiene sobre las afecciones de la pesca de su ciudad ya que el cable va a seguir saliendo por La Atunara”, señalan.
Desde la Asamblea Ecofeminista San Roque muestran su apuesta por “una transición ecológica justa, respetuosa con la salud de la naturaleza y de las personas del Campo de Gibraltar, un modelo que ponga la vida en el centro y no los intereses económicos de unos pocos”.
