Cansada pero feliz. Cansada pero ilusionada. Cansada pero segura de sí misma. Cansada pero tranquila. Cansada pero con confianza. Así llega Inmaculada Sánchez, la primera mujer que asume la Alcaldía de la localidad tras un ya histórico acuerdo de gobierno entre su partido, AxSí, con el PP y con Siempre. Un acuerdo con el que suman una mayoría con la que se ha puesto fin, por ahora, a 28 años de gobiernos de Izquierda Unida. Inmaculada Sánchez asume el reto y la responsabilidad de encabezar y liderar ese cambio. De ahí que tras cuatro semanas de intenso trabajo, de reuniones para cerrar el pacto, de gestiones para llevar a cabo el traspaso de poderes y de llamadas y llamadas... Inmaculada Sánchez combine en su rostro muecas de cansancio pero también de ilusión ante el reto al que se enfrenta en estos próximos cuatro años.
Me siento con fuerzas y con ilusión para llevar las riendas del pueblo de Conil, siempre con mucho respeto. Lo que sí garantizo es que mi trabajo lo puse a disposición del pueblo desde el primer día porque es a lo que venimos: venimos a trabajar por el pueblo y por todos y cada uno de sus vecinos yPrácticamente se ha cumplido un mes desde que se celebraron las elecciones municipales… Unos comicios que, tras conformar un pacto con el PP y con Siempre, conllevaron que Andalucía por Sí asumiera la Alcaldía de la localidad… ¿Qué balance realiza de estas intensas semanas y de estos primeros días al frente del Consistorio como primera alcaldesa en la historia de Conil?
–En primer lugar quiero destacar la predisposición de acogida que me he encontrado por parte de todo el personal laboral del Ayuntamiento, la cual me ha reconfortado muchísimo y me ha tranquilizado muchísimo. Eso es lo más destacable sin lugar a dudas y debo agradecérselo. A partir de ahí, ha sido llamativo que, a pesar de que no me esperase muchas bondades, la situación económica del Consistorio no era la que me esperaba encontrar. Aún así, tengo mucha confianza en que, a pesar de ello, hay muchas posibilidades para con el pueblo de Conil. También me ha sorprendido la desorganización importante que entiendo que tenemos que atajar. Evidentemente, nuestro objetivo y nuestra máxima es que Conil no puede parar a pesar de que hemos aterrizado en pleno verano. Aún así, no puedo obviar, ni olvidar lo importante y es que Conil necesita gestionarse de otra manera.
¿En qué sentido? ¿Cómo se inicia ese cambio en la forma de gestionar?
–Pues lo primero que debemos hacer es organizar el Ayuntamiento dándole un giro a muchas cuestiones que hasta ahora se llevaban a cabo mediante la improvisación. Y aunque siempre va a haber una parte de improvisación en la gestión municipal por cuestiones sobrevenidas o de urgencia que no se pueden prever, pero hay otras cuestiones que ahora mismo se llevan a cabo mediante la improvisación se pueden encauzar dentro de un control y una organización distinto, ajustando el presupuesto a la realidad. Y es que estamos trabajando ahora con un presupuesto que data del año 2021 y una realidad económica que nada tiene que ver con la que se tenía ese año. Por eso vemos primordial contar con un documento de presupuesto que nos ayude a cumplir con los objetivos y nos ayude a poner ese orden que se necesita de cara a una mejor gestión. Y eso es lo que me mantiene más positiva, saber que es posible.
En cuanto a la situación económica, ¿a qué se refiere?
–Económicamente se decía que Conil contaba con superávit pero hay documentos que haremos públicos en su momento, porque la transparencia es y será una máxima para nosotros, en los que los gastos y los ingresos no están ajustados como pensaba que debían estar. Documentos que reflejan esa permisibilidad en la regla del gasto ha conllevado un sinfín de modificaciones presupuestarias que han mermado y mucho la liquidez y la solvencia del Ayuntamiento. En definitiva, no es la realidad con la que contaba o la que conocíamos desde la oposición.
Y en cuanto a otras cuestiones que no sean económicas, ¿se han encontrado alguna sorpresa desagradable?
–Sí, también hay cuestiones urbanísticas que no eran tampoco lo que esperábamos encontrar. Hablo de proyectos en los que había mucha opacidad y en este sentido estamos viendo también cuál es la realidad para, a partir de ahí, ponernos a trabajar porque nuestro lema es que para cada problema tenemos que tener una solución, que es a lo que venimos pero no nos podemos llevar a engaños. Aquí hemos venido a trabajar por el pueblo de Conil, a tratar de hacer ver que hay una forma de gestionar distinta que puede hacer que Conil saque todo su potencial.
Lleva usted ocho años trabajando desde la oposición y desde ahí se denunciaba que faltaba transparencia y que había opacidad… ¿Habéis comprobado si esas críticas llevaban algo de razón?
–Pues tristemente sí. Tristemente llevábamos mucha razón. Y es paradójico que ahora desde Izquierda Unida, cuyo grupo ha sido el que ha mermado ese flujo de información no ya con la oposición, sino no para con el pueblo de Conil, se exija transparencia cuando no llevamos ni dos semanas en el Gobierno. Y lo vemos en el simple hecho de mostrar una predisposición a la hora del traspaso de poderes, donde sólo Fátima (Núñez, exconcejala de Hacienda) se ha puesto en contacto conmigo, haya brillado por su ausencia. Es paradójico que ahora exijan esa transparencia cuando solo llevamos una semana, transparencia que evidentemente nosotros vamos a tener. Pero la burocracia en este traspaso de poder, el tiempo que transcurrido es el que es y somos humanos. Cuando estemos un poco asentados todo lo conocerá el pueblo de Conil.
¿Cómo ha sido el traspaso de poderes?
–Ha sido más burocrático de lo que esperaba, pero afortunadamente he contado con toda la colaboración de los técnicos municipales y de todo el personal del Ayuntamiento que nos lo están poniendo fácil… lo difícil lo están haciendo fácil.
¿Y desde el grupo de Izquierda Unida?
–Pues ni están, ni se les esperan. Únicamente, como ya te he mencionado, Fátima se ha puesto en contacto conmigo para que cuente con ella para lo que necesite. Creo que es correcto y lo que hay que hacer. Aquí estamos, hablando vulgarmente, de alquiler. Estamos un tiempo haciendo lo que entendemos que es lo mejor para Conil y cuando la democracia decide que se acabó ese momento, pues se debe ceder el paso y facilitarlo por el bien del pueblo de Conil. En ese sentido, era, lamentablemente, lo que nos esperábamos porque todos hemos sido testigos de esa actitud en estos últimos cuatro años donde el diálogo no ha existido. Es decir, tampoco es que nos haya sorprendido dicha actitud.
¿Qué tal estos primeros días junto a los socios de gobierno? Es pronto, evidentemente, pero cuáles son sus primeras impresiones...
–Pues las primeras impresiones son muy positivas y evidencian lo que habíamos estipulado en el acuerdo de Gobierno. De verdad que me ha reportado mucha tranquilidad porque además es un equipo donde cada uno está en el área donde mejor se desenvuelve y está actuando desde esa área trabajando para el pueblo de Conil. Creo que es importante saber delegar en las personas y que cada uno se haga responsable de su área y que se ocupe de las mejoras necesarias para una gestión más eficiente. Creo que hemos conectado muy bien, trabajando todos a uno, sin marcar diferencias sobre las siglas o las ideologías. Estamos funcionando como equipo, que es a lo que venimos. Somos un equipo de Gobierno que no se marca esa diferencia y es la tónica que estamos obligados a continuar.
Aún no han pasado esos cien días de gracia, de cortesía, pero ya han llegado las primeras críticas tanto desde IU como desde el PSOE, donde tras la Junta General de Rosam y desde el pleno de organización, se les ha acusado de falta de diálogo, de transparencia y de actitudes antidemocráticas…
–Es paradójico escuchar dichas críticas porque todo el mundo sabe que estamos regidos por unos estatutos aprobados por Izquierda Unida y por el PSOE. Por ejemplo, a la hora de elevar al Registro Mercantil el cambio de presidente de Rosam, siendo quien ostenta la Alcaldía la que asume la presidencia, nos encontramos ciertas trabas y lo que nos aconsejan es conformar una Junta General lo antes posible porque hay cuestiones que no se pueden demorar. Le preguntamos a la secretaria y nos habló de la vía judicial o la de conformar cuanto antes la Junta General. Y basándonos en los estatutos que han sido creados e hilvanados tanto por IU como por el PSOE, pues la presidencia recae en quien ostenta la Alcaldía y luego dos ediles, y evidentemente uno correspondía al PP y otro a Siempre. El resto de la Junta debe estar en manos de personas capacitadas y así ha sido. En este caso, las personas a propuestas de mi grupo, AxSí, conocen la realidad de la gestión de una empresa y que van realizar la mejor labor posible para su buen funcionamiento, algo que he antepuesto a cualquier otra circunstancia. Son compañeros que saben y que gestionan empresas, que han sido gerentes de cooperativas, que son representantes de hosteleros… personas capacitadas para formar parte de este consejo de administración. Y el resto de grupos han planteado también a personas que están muy capacitadas. Nosotros estamos ‘jugando’ con los estatutos marcados por IU y PSOE, siendo la prioridad es que Rosam siga realizando su labor y cuanto antes mejor, por lo que había que conformar su consejo de administración. ¿Y qué esperaban? ¿Un diálogo que jamás hemos obtenido de ellos? ¿Qué esperaban, que un concejal fuera de los suyos cuando no nos han permitido tener a nosotros a ninguno? Ellos no nos dejaron tener el más mínimo conocimiento de esta empresa pública, solo cortapisas… Creo que están con una pataleta y que no asumen lo que ha ocurrido. Aún así, ni me preocupan, ni me ocupan esas críticas.
¿Le sorprende que lleguen las críticas sin esperar a los cien días de cortesía?
–No, no me sorprende en absoluto. Es más, era algo que esperábamos. Ya contábamos con ello. Desde la primera aparición en la Radio Municipal han sido detrás, excusándose y con esa pataleta. Sé que va a estar presente esa actitud durante estos cuatro años. Cuento con ello, pero mi objetivo es gestionar el pueblo de Conil. Mi objetivo es que Conil avance y que los proyectos salgan adelante. Por supuesto que quiero diálogo con los grupos pero es que hasta este martes no se conformaron oficialmente. De hecho, la primera reunión se produjo tras el pleno para acordar el reparto de los espacios en la Radio donde pusimos una propuesta que se modificó porque entendimos que la explicación que nos dieron era lógica. Aceptamos esa modificación, por lo que el diálogo está, pero evidentemente no vamos a entrar en todas su pataletas…
Y es que ahora los que gobernáis sois vosotros…
–Exactamente. Creo que aún no han acabado de aceptarlo, de asumirlo. El gobierno ha cambiado, esa es la realidad. Y el gobierno lo conforman tres grupos políticos que están funcionando en perfecta sintonía y anteponen el bien de Conil a sus siglas y a sus cuestiones ideológicas, que también hay que tener en cuenta pero que pasan a un segundo plano. Ahora mismo lo que debe primar es la sensatez, la responsabilidad para con el pueblo de Conil, y eso está por encima de cualquier personalismo… algo que todos y todas tenemos que tener muy claro.
Cambiando de tema… Tras este primer mes, ¿se siente ilusionada o ya te has arrepentido? (risas)
–(Risas) Estoy muy ilusionada. Para nada estoy arrepentida a pesar de que suelo ser una persona muy exigente y con cierto pesimismo. Pero debo reconocer que el primer lunes que llegué, lo hice con incertidumbre, con mucho respeto (que mantendré siempre), pero ha dado mucha tranquilidad las posibilidades que hay para mejorar nuestro pueblo y el ver lo bien acogida que he sido. También me da tranquilidad comprobar lo bien que funcionamos los tres partidos como un solo equipo. Eso me reporta tranquilidad que me hace creer que el cambio que hemos planteado es posible. Es lo que el pueblo espera y merece.
¿Qué tal en la calle?
–Pues también me da tranquilidad el apoyo que estoy recibiendo. La acogida ha sido excepcional. De hecho ya hubo mucha presión desde la calle para que se cerrase el acuerdo con el PP y Siempre. La gente tenía ganas de cambio y por la sensación que percibo en la calle, la gente está contenta con el cambio y está respetando los tiempos a la hora de exigir para con el cambio. Evidentemente tengo pendiente citas de vecinos que fueron ignorados en la etapa anterior y de otros que tienen problemas que vienen de años atrás y necesitan una solución urgente. Pero la mayoría respeta ese tiempo necesario que debemos tener para asentarnos y organizar el Ayuntamiento para hacernos con su funcionamiento. Y eso me da tranquilidad y confianza. Me siento con fuerzas y con ilusión para llevar las riendas del pueblo, siempre con mucho respeto. Lo que sí garantizo es que mi trabajo lo puse a disposición del pueblo desde el primer día. Es a lo que venimos: a trabajar por el pueblo y por cada uno de sus vecinos y vecinas.