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Conil

28 atunes en la primera 'levantá' de la temporada de la almadraba de Conil

El restaurante 'El Campero' y 'Gadira' compran los primeros atunes rojos de la OPP-51 de Almadrabas de esta campaña.

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  • El primer atún de la temporada -

La Organización de Productores Pesqueros de Almadraba (OPP-51) ha realizado este jueves su primera 'levantá' de la temporada. Ha sido en la almadraba de Conil de la Frontera, donde se han capturado 28 atunes rojos que ha adquirido en su totalidad la empresa 'Gadira'. El restaurante 'El Campero' de Barbate ha comprado el primer atún en venta de la temporada de la OPP.

   En declaraciones a Europa Press, la directora gerente de la OPP de Almadrabas, Marta Crespo, ha explicado que están "muy contentos por haber dado ya el pistoletazo de salida de la campaña".

   Según ha concretado, los 28 atunes de la primera 'levantá' han sido descargados en el puerto de Barbate, destacando sus "más de 170 kilos de peso de media" y también que han dado "una calidad extraordinaria".

   Los atunes de esta primera jornada de pesca se destinan al mercado nacional, tras ser adquiridos por la empresa "cien por cien española" Gadira, comercializadora de atún salvaje de almadraba. Así, este viernes ya habrá atún salvaje de almadraba de la campaña de este año en las dos tiendas que Gadira tiene en Barbate y en la que abrió el año pasado en Conil.

   Por otra parte, ha sido Pepe Melero, propietario del restaurante barbateño 'El Campero', quien ha adquirido este jueves el primer atún salvaje en venta de la temporada. De hecho, 'El Campero' es el principal cliente de Gadira.

   Como se recordará, la cuota de atún rojo asignada a España para 2016 es de 3.534,43 toneladas, ascendiendo a 913 la distribuida para las cuatro almadrabas --la de Barbate y las tres integradas en la OPP-51: Conil, Tarifa y Zahara de los Atunes--.

Las almadrabas establecen a unos tres kilómetros de la costa una línea de redes con unos 34 metros de fondo, en las que quedan atrapados los atunes rojos que, en esta temporada, migran desde el Atlántico al Mediterráneo para desovar.

Para su captura, las embarcaciones rodean las redes hasta hacer llegar los atunes al denominado colador, única parte que tiene fondo.

Los pescadores echan entonces una red, que luego van levantando hacia la superficie para seleccionar los ejemplares que por su tamaño y su peso están listos para ser capturados convertirse en uno de los manjares más apreciados, especialmente por los japoneses, sus principales importadores.

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