Hace justo un año, la Consejería de Salud y Consumo de la Junta de Andalucía declaraba no apta para el consumo humano el agua de la Zona de Abastecimiento del Norte de Córdoba tras hallar en el sistema de abastecimiento valores superiores a los permitidos de carbono orgánico total (COT).
Casi 80.000 vecinos están sin agua potable en su grifos ese entonces.
La situación de sequía prolongada que sufre en Andalucía motivó que el pantano de Sierra Boyera, que abastece a más de una veintena de municipios, se quedara seco y se habilitara una conexión de abastecimiento desde La Colada, agua que llegaba en bruto hasta el sistema de depuración pero que estaba contaminada por COT y que originó la alerta que se mantiene todavía.
Los análisis de entonces detectaron unas altas concentraciones de este compuesto originado por el crecimiento descontrolado de unas algas en el embalse de La Colada, dependiente de la Cuenca Hidrográfica del Guadiana, que puso de manifiesto la falta de mantenimiento del mismo.
Camiones cisterna
Desde entonces, las administraciones públicas, tanto Gobierno, como Junta de Andalucía y, principalmente, la Diputación de Córdoba establecieron medidas y una hoja de ruta para solventar la situación cuanto antes, aún pendiente un año después, pero sobre todo evitar que volviese a ocurrir.
Lo más urgente entonces, el abastecimiento de una población cercana a las 80.000 personas, se cubrió con un sistema de camiones cisterna que suministran agua cada día a los vecinos, mientras que se buscaron diversas soluciones a medio plazo, como la potabilización usando técnicas avanzadas o la modernización de las estaciones depuradoras, medidas costosas y lentas en la ejecución.
Sin embargo, la solución más rápida, económica y sencilla ha llegado del cielo tras las últimas lluvias de Semana Santa, que han llenado los embalses de toda Andalucía y que ha dejado el de Sierra Boyera por encima del 70 %, por lo que en el norte de Córdoba sus vecinos ya cuentan los días para recibir el agua potable en sus grifos.
Y, aunque éstos se cerraron de un día para otro, recuperar el abastecimiento normal no es tan fácil y debe hacerse "cumpliendo todos los protocolos establecidos", explican desde la Junta de Andalucía.
Últimos análisis
Cada día Emproacsa, empresa pública de la Diputación de Córdoba, realiza analíticas diferentes en diversos puntos de la red de tuberías, hasta 800 kilómetros se estiman bajo la superficie del norte para abastecer a la población, que precisan de varios positivos consecutivos en un espacio temporal amplio, por lo que no se trata de un proceso ni rápido, ni sencillo.
Además, es necesario limpiar las tuberías de conexión y distribución para eliminar cualquier resto de contaminación que pueda dejar el agua que pueda existir en la red antes de mezclarla o sustituirla por la de Sierra Boyera cuando se autorice el suministro, por lo que la solución se puede prolongar varios días más.
Conexiones limpias y sin pérdidas, tratamientos de potabilización de última generación para eliminar cualquier contaminación y mejoras en las estaciones de depuración de la zona son algunas de las medidas que ya se han puesto en marcha y que deberían restablecer el suministro este mismo mes de abril.
Mientras tanto, los vecinos del norte de Córdoba solo esperan con incertidumbre, alivio y algo de ansiedad los certificados de calidad para, con seguridad y tranquilidad, poder contar de nuevo con un elemento básico como el agua un año después.