La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Córdoba ha condenado a una pena de seis años de prisión al hombre acusado de un delito de agresión sexual, en su modalidad de violación, tras forzar a su mujer, de la que estaba en trámites de separación, en la localidad cordobesa de Montilla.
Según han precisado a Europa Press fuentes cercanas al caso, el ahora condenado también tendrá que indemnizar a su exmujer con 4.000 euros, recogiendo igualmente el fallo de la sentencia la obligación de que el acusado haga frente al pago de las costas judiciales, incluidas las de la acusación particular.
Esta sentencia se ha producido después de que el ya condenado, durante la vista oral, asegurase que mantuvo con su todavía esposa una relación sexual consentida por ésta, si bien, fuentes de la acusación ya dijeron a Europa Press que "los médicos forenses ratificaron sus informes", en los que se recoge que "las lesiones" sufridas por la mujer "eran muy compatibles con una situación como la que se denunciaba", con "arañazos en los brazos y en los muslos, esquimosis y moratones".
Igualmente, se ratificó durante el juicio el informe que describe al varón como una persona "agresiva, violenta y poco controlable de sus emociones", mientras que la víctima declaró "sin contradicción" en los hechos fundamentales, al tiempo que el hijo, de unos 23 años de edad, ha precisado que la encontró "llorando y muy alterada", tras haber sido supuestamente forzada.
EN TRÁMITES DE SEPARACIÓN
Según recoge la calificación del Ministerio Público, a la que tuvo acceso Europa Press, el procesado y la mujer iniciaron los trámites de separación de su matrimonio el día 8 de Octubre del año 2010, de manera que el fiscal apunta que los hechos se producen "en este contexto de crisis matrimonial".
En concreto, sobre las 17,00 horas del día 18 de octubre de 2010, el acusado se personó en el domicilio de Montilla, que ocupaba su todavía esposa con los tres hijos comunes, de los cuales a uno de ellos el padre supuestamente pidió que le acompañara "con la pretensión de recoger unas herramientas y útiles de trabajo que el mismo tenía depositados en la cochera".
De este modo, cargó el coche con parte de las herramientas y cuando terminó, el procesado ordenó a su hijo que las transportara a una nave, que tienen en otro lugar del pueblo.
Así, "a solas con su esposa", y como quiera que ésta estaba en el mismo cuarto que el acusado cuidando que no se llevara algo distinto de las herramientas mencionadas, el acusado "con ánimo libidinoso", estando su mujer en la puerta del cuarto, "la agarró fuertemente por los brazos como si le diera un abrazo y la tiró al suelo, intentando bajarle los pantalones, lo que no logró en un primer momento ya que logró zafarse de él e incorporase".
A pesar del intento de la mujer, que en todo momento "luchaba contra su marido", el acusado consiguió de nuevo volver a "sujetarla fuertemente" por los brazos, manteniéndose aún la resistencia de ella que le apartaba de sí mediante "empujones", si bien el acusado "le bajó las bragas a media pierna, conduciéndola hasta la pared opuesta, donde siguieron con el forcejeo, cayendo al lado de una pila de lavar, donde quedó encajonada sin poder moverse".
En esta situación, el procesado supuestamente cometió la violación. Poco después el hijo llamó a la puerta, y su madre le contó lo sucedido, pidiéndole el hijo que llamara a la Guardia Civil. La afectada llamó tres veces, pero el acusado le "cortaba la comunicación". A continuación se marcharon el hijo y el procesado del domicilio.
Posteriormente, la afectada logró contactar con la Guardia Civil, que acudió a su domicilio e inició el protocolo correspondiente. Como consecuencia de los hechos, la mujer ha sufrido distintas heridas.