Aunque en España se relacionó inmediatamente con ETA el hallazgo de una vivienda con explosivos en la localidad de Obidos, al norte de Lisboa, y se identificó a dos de sus presuntos miembros –Andoni Zengotitabengoa Fernández y Oier Gómez Mielgo– como sus ocupantes, las autoridades lusas rehusaron dar detalles de la investigación.
Los altos mandos policiales portugueses que informaron este viernes del hallazgo de esa vivienda no mencionaron a ETA, pero reconocieron que se trata de un caso de terrorismo y que la organización responsable no iba a actuar en territorio luso.
Las autoridades portuguesas informaron en rueda de prensa de que los explosivos, encontrados en la casa junto a mapas españoles no detallados, están relacionados también con una furgoneta hallada esta semana, con detonadores y matrículas falsas, que al parecer conducían los inquilinos españoles del inmueble.
La Policía lusa concretó que en la vivienda había media tonelada de explosivos y varias bombas listas para detonar. El comandante de la Guardia Nacional Republicana de Portugal(GNR), Hélder Barros, dijo que el explosivo encontrado es nitrato de amonio.
La Policía portuguesa anunció que mantiene “abiertas todas las hipótesis” sobre la existencia de otros “escondrijos” como éste en Portugal, donde se había detectado antes la presencia de etarras y el robo de vehículos para actos terroristas pero nunca residencias al servicio de la organización.
En la rueda de prensa que dieron en Lisboa el director nacional de la Policía Judicial (PJ), José María de Almeida Rodrigues, y el Comandante General de la Guardia Nacional Republicana (GNR), Nelson Santos, se informó de que el lunes fue aprehendida también en Obidos la furgoneta sospechosa, robada hace un año en la localidad lusa de Castelo Branco y en la que había varios juegos de matrículas falsas.
La vivienda de Obidos, a 125 kilómetros al norte de Lisboa, había sido alquilada para un periodo inferior a medio año, según la Policía, a una agencia inmobiliaria por dos hombres que hablaban español y que se instalaron en ella hace dos meses.
Dos sospechosos huidos
Se cree que en la furgoneta aprehendida iban esos dos mismos hombres que lograron huir de la Guardia Nacional Republicana lusa –un cuerpo similar a la Guardia Civil española– cuando les dieron el alto en un control rutinario en la región de Obidos.
El vehículo, en el que además de los detonadores y las placas falsas había palas, guantes y ropa de trabajo, fue encontrado después abandonado.
Por las revelaciones policiales todo apunta a que, tras toparse el lunes con el control luso, los terroristas optaron por abandonar precipitadamente la casa de Obidos que fue investigada el jueves por la Policía tras denunciar un vecino que llevaba varios días con puertas y ventanas abiertas y las luces encendidas.
Las fuerzas policiales portuguesas mantienen ahora acordonada la barriada donde se encuentra la casa y han desalojado las viviendas vecinas y cortado una carretera cercana mientras investigan los explosivos y materiales encontrados.
Almeida y Santos señalaron que las autoridades lusas están en contacto desde que se produjeron los hechos con las autoridades españolas y hay colaboración conjunta en la investigación.
El Director de la Policía Judicial manifestó la voluntad de Portugal de “desmembrar la organización que está detrás” de los explosivos, mientras aún se analizan e inventarían los objetos encontrados en la vivienda.
La casa es una construcción de una sola planta, con jardín, dos dormitorios, dos baños, garaje y sótano, según declaró una antigua inquilina, que está situada en una zona residencial próxima a la carretera que une Obidos con Caldas da Rainha, a pocos kilómetros de la costa.
Varios vecinos de la zona declararon que no habían notado nada extraño en la vivienda ni en las actividades de sus inquilinos españoles, que pasaban desapercibidos.