Según informó a Efe Pere Joan March, amigo y compañero de escalada, Calafat se mostró tranquilo y “con aplomo” en la conversación con su esposa, pero tenía “muy poca voz” después de haber pasado una noche a la intemperie y verse abocado a pasar una más sin tienda ni saco de dormir.
March indicó que hasta que no pueda evaluarlo un médico no se puede confirmar que, como se ha dicho, su amigo sufra un edema cerebral, y ha expresado su preocupación ante la posibilidad de que pase su segunda noche solo, puesto que a las 17.00 horas de España el sherpa que le llevaba un saco de dormir y medicinas no había alcanzado su posición.
El alpinista mallorquín se separó del grupo para recuperarse o esperar un rescate a unos 7.500 metros de altitud y permanece allí en compañía de un sherpa.