Municipios de Málaga como Algarrobo, Vélez-Málaga o Torrox han declarado la guerra a los bañistas que plantan a primera hora del día la sombrilla en la playa para guardar sitio, una práctica cada vez más extendida que ahora les puede costar una multa de hasta 300 euros.
La conocida como 'guerra de las sombrillas' ha sido durante años una práctica muy habitual en el Levante español, donde los más madrugadores dejan sus enseres en primer línea de mar, a veces incluso de madrugada, para conseguir un buen sitio en la arena antes de que se abarrote.
El caso más icónico es el de Benidorm, donde esta costumbre ha llegado incluso al diario británico Daily Mail, que en un artículo ilustrado con vídeos y fotografías acusa a los residentes del municipio alicantino de coger sitio en primera línea antes de que salga el sol para privar a los turistas de un trozo de arena.
Esta particular batalla veraniega ha llegado ahora a la costa de Málaga, aunque algunos municipios han tomado ya medidas para frenar esta polémica práctica.
MULTAS PARA FRENAR LA 'GUERRA DE SOMBRILLAS'
Así sucede en las localidades de Algarrobo, Vélez Málaga y Torrox, en la costa oriental de Málaga, que han aprobado multas de hasta 300 euros para quienes dejen sus enseres sin vigilancia con el único fin de guardar sitio en la playa.
Estos lugares se suman así a otros del país como Cullera, Oropesa o Calpe, en la Comunitat Valenciana, donde se aplican sanciones más severas que llegan a los 3.000 euros por la misma práctica.
"No veíamos justo que esta primera línea tan deseada por todos estuviese reservada y que lo único que encontráramos fueran sillas, sombrillas y enseres vacíos", explica a EFE la concejala de Playas del Ayuntamiento de Torrox, Vanessa López.
Este consistorio recoge en el artículo 14 de su ordenanza municipal la prohibición de "reserva de espacio físico en las playas, a cualquier hora del día o de la noche, mediante la colocación en la arena de cualquier tipo de objeto o enseres sin la presencia física de una persona propietaria".
La medida, señala la edil, es fruto de las "muchísimas quejas" recibidas por parte de usuarios ocasionales y de los propios vecinos de Torrox, que de forma "muy frecuente" se encuentran la primera línea de costa ocupada durante horas sin la presencia de los dueños de estos objetos.
CONTROL POLICIAL EN LAS PLAYAS
En Torrox, la policía local patrulla por la playa para comprobar que se cumple la normativa. En caso de detectar irregularidades, retira los objetos que llevan horas sin dueño. Si éstos los quieren recuperar, han de pagar un precio de retirada de entre 30 y 50 euros, en función de la localidad.
Los afectados pueden reclamar sus enseres en comisaría en un plazo de 14 días, antes de que adquieran la categoría de "residuos".
Con estas medidas, los ayuntamientos quieren garantizar un buen uso de las playas, impidiendo la reserva de espacios y facilitando que todos los ciudadanos tengan las mismas opciones de disfrutar de la arena y el mar.
"Yo creo que reservar el sitio no está nada bien porque somos muchos los que acudimos a la playa", afirma Ángela, una bañista de Torrox que apoya la adopción de medidas que impidan esta práctica, aunque ve "un poco excesiva" la multa y aboga por fomentar la conciencia ciudadana sobre el buen uso del espacio público.
Sole, bañista de una de las principales playas de Torrox, insiste en "vigilar" sobre todo a los que "ponen una sombrilla a las ocho de la mañana y no regresan hasta medio día" y diferenciar los casos de personas mayores y familias que se retiran únicamente para comer y no pueden cargar con sus enseres.
"Tienen que buscar otra solución porque hay playa para todo el mundo", subraya esta usuaria.