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Jueves 14/11/2024
 
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A(Em)prendiendo

Credibilidad

En una entrevista de 2021 el historiador Yuval Noah Harari, recomendado por famosos como Bill Gates y Mark Zuckerberg

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  • Credibilidad. -

En una entrevista de 2021 el historiador Yuval Noah Harari, recomendado por famosos como Bill Gates y Mark Zuckerberg, reconocía que la información es la base del poder político, y que quien controla los datos controla el mundo. Casualmente, a principios de 2021 Facebook añadió lo que Zuckerberg denominó etiquetas con “información creíble” a algunas publicaciones. Hace pocos días el mismo Zuckerberg reconoció públicamente que cedió a presiones políticas para censurar algunos contenidos y lamentaba “que no fuimos más francos al respecto”. Se ve que lo creíble es lo que debemos creer, no necesariamente la verdad.

Hay un movimiento generalizado de nueva inquisición laica que aspira a prohibir cualquier información u opinión contraria a la del régimen de turno. Ya no hace falta quemar libros, basta con borrar contenidos en redes sociales y medios de comunicación, señalar, estigmatizar y silenciar y anular mediáticamente a quienes hacen planteamientos diferentes. Estos nuevos inquisidores se erigen en defensores de la verdad única, que siempre es la suya, aunque los hechos les contradigan. Por ejemplo, en las últimas elecciones en Venezuela han ganado todos y los porcentajes de votos de todos los candidatos han sumado un 132,2%. Antes para engañar había que ser más listo que los demás. Si ahora cualquiera nos engaña tan burdamente no quedamos muy bien parados los que aceptamos los engaños.

Los nuevos dictadores se disfrazan de demócratas bienintencionados que proclaman proteger a sus ciudadanos de los malvados que no comulgan con sus relatos oficiales. Los ciudadanos somos ya tan maleables, crédulos y estamos tan desprotegidos que necesitamos que solo nos llegue la información y opinión que los nuevos censores consideran aceptable. Si unos datos no reflejan la realidad que quieren los que mandan se cambia la metodología para que salga lo que “debe” salir, o se habla de desaceleración del crecimiento o de crecimiento negativo para no decir que algo baja, cae o se reduce, o directamente se ignora o se censura. Si en algún momento reconocen que mintieron usan eufemismos y lo justifican porque, según ellos, era por nuestro bien. 

Las mentiras oficiales aspiran a convertirse en la única verdad. Con las posibilidades que ofrece la inteligencia artificial para simular voces, imágenes y vídeos pronto será imposible diferenciar lo que es real o no. No obstante, la cuestión no va de verdades o mentiras, sino de saber hasta dónde pueden llegar manipulando en su propio beneficio sin que pase nada, y de saber quién está alineado ciegamente con unos o con otros

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