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Lo que queda del día

“Morir de éxito”

El debate de fondo sobre las zambombas, no lo olvidemos, pasa más por la forma en la que seguir haciendo caja que por la autenticidad

Publicado: 15/12/2024 ·
15:26
· Actualizado: 15/12/2024 · 15:26
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  • Zambomba BIC en Jerez -
Autor

Abraham Ceballos

Abraham Ceballos es director de Viva Jerez y coordinador de 7 Televisión Jerez. Periodista y crítico de cine

Lo que queda del día

Un repaso a 'los restos del día', todo aquello que nos pasa, nos seduce o nos afecta, de la política al fútbol, del cine a la música

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A lo largo de la última semana, después del masivo y festivo puente vivido en Jerez, ha cobrado un relevante interés en la ciudad el debate en torno al fenómeno de las zambombas de Navidad, aunque es un debate que presenta tantas aristas como fugas de agua, ya que en algunos casos no conducen a ningún sitio.

Está el debate sobre la tradición, el debate sobre los actos programados, el debate sobre la ocupación de la vía pública, sobre la afluencia de visitantes, sobre la suciedad generada en las calles del centro, sobre la nueva ordenanza, sobre el futuro de las fiestas... 

En muchos de ellos prevalece la defensa de lo que se ha dado en llamar la “esencia” de la zambomba, por lo que es aconsejable acudir al diccionario de la RAE para saber de lo que estamos hablando. Según su definición, la esencia es “aquello que constituye la naturaleza de las cosas, lo permanente e invariable de ellas”; y en una seguda acepción apunta a “lo más importante y característico de una cosa”.

Parece evidente que si tenemos que defender la “esencia” de las zambombas habrá que quedarse con la segunda, puesto que no se siguen celebrando de forma invariable a como surgieron. En este sentido, hemos adaptado el libreto y el escenario a los tiempos que corren, y no hay nada malo en ello. Fin del debate. Es más, la zambomba, convertida en fenómeno de ocio, está realizando una contribución extraordinaria en favor de la pervivencia del legado musical procedente de la tradición oral y de las producciones discográficas locales de la segunda mitad del siglo XX, y, también, del feliz atrevimiento de una nueva hornada de creadores a la hora de enriquecer el cancionero navideño con sus propias composiciones. 

El debate de fondo, no lo olvidemos, pasa más por la forma en la que seguir haciendo caja que por la autenticidad. A este respecto, Jerez se ha dotado de un atractivo superlativo del que carecía hace poco más de una década; y para una ciudad que, definitivamente, se ha abrazado al sector servicios como su principal locomotora, ha sido un “invento” fructífero con el que reavivar su actividad económica durante un periodo en el que el comercio no paraba de quejarse de las bajas ventas por la competencia de las grandes superficies.

“Invento” que, como todo lo que funciona, terminarán por replicar otras ciudades, como ya hace Arcos con derecho propio, y que es lo que invita a establecer un marco apropiado para su celebración y con el que hacer frente a esa frase tan manida sobre el riesgo a “morir de éxito”, si no queremos que se lo apropien otros más pronto que tarde.

Lo primero que habrá que tener en cuenta es la percepción de los turistas después de vivir y experimentar la tan autóctona celebración navideña, porque puede que difiera de la visión catastrofista que nosotros mismos empezamos a alimentar en torno a las zambombas. Y lo segundo, cómo una ciudad, o el centro de una ciudad como la de Jerez, puede estar a la altura de lo que esperan sus visitantes, en cuanto a la prestación de su oferta navideña y de sus servicios públicos se refiere.

Esa oferta, para quien venga en busca de atractivos, no se ciñe sólo a la calle, sino que se complementa con espectáculos en el Villamarta y otros recintos, y con uno de sus mayores tesoros culturales, el del belenismo, lo que deja paso a la asignatura pendiente de los servicios públicos. 

Izquierda Unida ha sido valiente a la hora de contribuir a ese “debate” mediante la propuesta del cobro de una tasa turística -2 euros por noche de alojamiento- a quienes se hospedan en la ciudad en diciembre de cara a incrementar y costear esos servicios.

En diciembre de 2023 se registraron 50.151 pernoctaciones en Jerez. Habrían deparado 100.202 euros a las arcas municipales. No sé si es suficiente, ni si merece la pena, pero abrir ese debate no parece descabellado, pese a la oposición del sector turístico, pese a la oposición del Gobierno, salvo que tengan mejores ideas para estar a la altura y no “morir de éxito”.

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