Independientemente de lo que falle la justicia -a la que debemos respetar, aunque en ocasiones cueste hacerlo-, yo quiero hoy reivindicar la figura de tres grandes hombres que contribuyeron y siguen contribuyendo decisivamente a que Andalucía sea una tierra mejor, más justa, más social y más sostenible: el sacerdote José Chamizo, el médico Antonio Vergara y el profesor ecologista Juan Clavero. Los tres tienen un denominador común: su dedicación altruista por los más necesitados, los inmigrantes, los desamparados, la sanidad pública y la protección del medioambiente. Paradójicamente, este compromiso vital desinteresado, que les granjeó un sinfín de enemistades poderosas, podría unir a esta terna nuevamente al recibir denuncias que cuestionan su imagen y su obra.
Primero fue víctima de una denuncia falsa Clavero, a quien la Policía detuvo hace 7 años justo el mismo día en el que iba a liderar una marcha contra el propietario de una finca que mantenía cerrados unos caminos públicos. Le tendieron una trampa al colocarle en su furgoneta 47 gramos de cocaína. Fue acusado de tráfico de drogas, pero al final las investigaciones demostraron que le tendieron una trampa y fueron condenados a penas de cárcel e indemnizaciones económicas el gerente de la finca y el hombre que puso la droga en el coche del ecologista.
Sobre Chamizo pesa desde hace unos días denuncias de agresión sexual a inmigrantes mayores de edad que, según el ex Defensor del Pueblo andaluz, son falsas fruto de la vendetta de un antiguo miembro de una organización humanitaria. Unos hechos que, en caso de demostrarse, no tienen perdón, pero que chirrían a bote pronto conociendo la enorme labor que siempre hizo y ahora mantiene en la ayuda permanente a los inmigrantes, por los que no dudó en bordear la legalidad en numerosas ocasiones para garantizarles servicios básicos y un mejor porvenir.
Y el pasado jueves fue juzgado por un delito leve el doctor Vergara, uno de los portavoces de Marea Blanca, tras ser denunciado por la directora del distrito sanitario Bahía de Cádiz-Janda, Sira Morales, por insultos y amenazas en el transcurso de las movilizaciones del pasado verano ante los recortes en los meses de vacaciones en el sistema sanitario público andaluz.
Pase lo que pase con las denuncias sobre Chamizo y Vergara, visto lo sucedido con Clavero, no extrañaría nada que el curso de los acontecimientos nos depare alguna que otra sorpresa o giro inesperado. En cualquier caso, muchas gracias a los tres por vuestras conquistas sociales colectivas yporque seguro que no os apartaran de vuestro sueño militante con Andalucía.
