Para su representación cuentan con un “elenco de primera”. Camaradería, feeling y la filosofía de la disciplina y el trabajo en equipo caracterizan al grupo que combina talentos experimentados y nobeles. Turandot, interpretada por la soprano portuguesa Elisabete Martos, es la “princesa de hielo”. Sólo puede casarse con un príncipe que sea capaz de resolver las tres adivinanzas que le propongan. Una respuesta errónea a cualquiera de los enigmas supone la muerte. El príncipe Calaf, en escena por el tenor Carlos Moreno, intenta acercarse a la inaccesible Turandot aún sabiendo que cuelguen su cabeza como ya ocurriera con los anteriores que trataron de enamorarla. A medida que avanza el ritmo la bella princesa, que no quiere bajo ningún concepto entregarse al amor, cae en la cuenta de que está enamorada de Calaf, quien recibe las presiones y consejos de los tres ministros de Turandot, Ping, Pang y Pong, para que cese en su empeño de conquistarla.
Y si Turandot se mantiene firme para no caer en las debilidades del amor, no ocurre lo mismo con Liu, “un personaje emocionante, delicado, a quien enamora Calaf con una sóla sonrisa”, la define su intérprete, Yolanda Auyanet. Aún con todas estas piedras en el camino, esta ópera tiene un final hermoso, nada de dramatismo ni tragedia. “Turandot y el príncipe Calaf acaban juntos, son muy felices y tienen un montón de hijos juntos”, resalta el director.
El “milagro” de la ópera en Jerez y el “esfuerzo grande” que implica las dos representaciones previstas de esta pieza de Puccini fue también destacado por Alejandro Chacón, director de escena. “Venimos hablando con la dirección del teatro Villamarta de este proyecto desde hace cinco años, hasta que por fin se ha hecho realidad”, apuntó.
Esta producción de Camerín del Carmen y Ópera de Colombia se estrena mañana jueves y será de nuevo representada el sábado. Se espera aforo completo.