“No soy capaz de expresar cuánto lamento mis delitos, por los que estoy profundamente avergonzado”, afirmó en el día de ayer Madoff ante el magistrado, en su primera declaración pública sobre el fraude que él mismo cifró en 50.000 millones de dólares y por el que se enfrenta a una condena de hasta 150 años de prisión.
A sus 70 años y con unos tres millones de víctimas en todo el mundo, entre ellos clientes del Banco Santander y el BBVA, la posibilidad de que pase el resto de su vida en prisión es muy elevada, por lo que el juez Denny Chin temía que intentara huir si quedaba en libertad hasta que fuera sentenciado.