Amovens se ha convertido en apenas dos años en una de las start-up españolas de mayor crecimiento dentro del sector de las plataformas de economía colaborativa asociadas a la movilidad. Para que se entienda a la primera: podíamos definirla como el Blablacar español. Al frente del proyecto se encuentra desde hace cinco meses el jerezano Mario Carranza, después de su exitosa experiencia con otra plataforma del ramo, Cabify.
Amovens cobró protagonismo hace un par de años, cuando empezó a acaparar una enorme fuga de usuarios de Blablacar, ya que, a diferencia de ésta, no comisiona por las gestiones para realizar viajes en coche compartido.
La fórmula le ha permitido multiplicar por 6 el número de usuarios desde entonces, hasta llegar en la actualidad a más de 700.000 y logrando que más de cien mil personas viajen “con ellos” cada mes. Una proyección que ha terminado por acaparar la atención de nuevos inversores, entre los que se encuentran Jesper Bunch, dueño de Just eat, y Lennart Lajboschitz, de la cadena de tiendasTiger.
Fue a partir de ahí cuando entró en escena Mario Carranza, que ha marcado como objetivo alcanzar el millón de usuarios antes de final de año y consolidar la expansión del servicio a zonas de España como Andalucía, donde acumula ya más de 140.000 usuarios: las cifras dejan claro que cada vez son más los andaluces que optan por opciones asequibles de viajar, como el coche compartido, que en el caso de Amovens es 100% gratuito.
Sin embargo, parte del nuevo éxito de la plataforma no reside exclusivamente en los viajes compartidos, sino en sus otros dos modelos de negocio, que son el alquiler de coches entre particulares y el renting de vehículos. “Combinamos tres soluciones para que nuestros usuarios puedan hacer un uso más eficiente del coche”, recalca Carranza.
La teoría en que se sustenta dicho modelo está contrastada con una serie de datos. Los de Andalucía, por ejemplo, revelan que nuestra región cuenta con 10 millones de coches que el 90% del tiempo están aparcados “y hasta ahora sin posibilidad de ser rentabilizados por sus propietarios. El alquiler de coches con Amovens es de media un 30 % más barato que las opciones tradicionales de alquiler. El proceso es totalmente es seguro: cuando usuario y propietario alcanzan un acuerdo, se hace efectiva la entrega de llaves y se firma el contrato, momento a partir del cual el vehículo queda cubierto por una póliza de seguros específica, independiente de la póliza general del coche, que cuenta con asistencia en carretera las 24 horas del día”.
En este sentido, Mario Carranza apuesta por Andalucía como uno de los puntos estratégicos en el crecimiento de la plataforma. “El mercado de alquiler tradicional en Andalucía está enfocado al cliente extranjero y nosotros nos dirigimos más al mercado local, sobre todo jóvenes que han decidido no tener coche propio pero necesitan un coche para viajar durante el verano”, explica. Además, recuerda que es normal que surjan “alternativas” de este tipo y en un país en el que el sector de alquiler de vehículos factura actualmente en España 1.500 millones de euros al año.
De momento, ya cuentan con más de dos mil vehículos en 30 ciudades de España participando de este servicio, y pretende llegar a los diez mil antes de fin de año, con el objetivo de facturar un millón de euros en 2017.
La plataforma se dedica a poner en contacto a usuarios que necesitan alquilar un vehículo con particulares que quieren poner el suyo propio a disposición de otros a cambio de algunos ingresos extra.
En el caso del renting, Carranza defiende que lo que han hecho es reconvertir una fórmula pensada para empresas para ponerla al servicio de particulares, de manera que el usuario puede acceder a un vehículo cualquiera mediante el pago de una cuota, con la posibilidad de alquilarlo cuando no se utiliza.
“Es un servicio legal, similar al de Airbnb”
Pese a la experiencia de ‘Blablacar’ con los tribunales, tras ser denunciada por Confebus, Mario Carranza subraya la legalidad de los servicios que prestan desde ‘Amovens’. De un lado, porque ellos, a diferencia de ‘Blablacar’, no cobran por gestionar los viajes, “no comisionamos, simplemente funcionamos como un sistema de wassap bien organizado”; y, del otro, porque, en el caso de los alquileres de coches, su servicio se asemeja al de otras plataformas de economía colaborativa de enorme éxito, caso de ‘Airbnb’, salvo que ellos lo que comparten son viviendas, no vehículos. En su caso, el servicio de alquiler de vehículos es aproximadamente un 30% más barato que a través de las opciones “tradicionales”.
