Hoy, día 14 de marzo de 2019, se conmemora un año desde el fallecimiento de un gran hombre, Stephen Hawking. Fue una de las más brillantes mentes que la humanidad ha dado a conocer. A pesar de los incontables obstáculos que superó, hizo grandes aportaciones a la ciencia.
Nació el 8 de enero de 1942, en Oxford y a pesar de lo que se pueda pensar, no era de los alumnos más brillantes. En un principio, él quería estudiar matemáticas pero acabó escogiendo física. Se convirtió en un alumno extraordinario, recibió su título de grado en 1962 y tras sus estudios de postgrado en el Trinity Hall de Cambridge obtuvo el doctorado en física en 1966.
A Stephen Hawking se le reconoce por varios méritos, entre ellos la descripción de la evolución de los agujeros negros, tomando como base los estudios sobre la relatividad de Albert Einstein. Otro de sus grandes logros fue demostrar la teoría del Big Bang, basándose en sus estudios sobre los agujeros negros. Esta teoría ya existía en los años 40, solo que no era aceptada por la mayoría de cosmólogos del momento. Además, su trabajo en colaboración con Roger Penrose, demostró que se podría resumir toda la historia del universo en una sola expresión matemática, conocida como la “función de onda del universo”. También confirmó que el universo evoluciona según unas leyes bien definidas, gracias a la teoría del todo. Stephen recibió varios reconocimientos por estos logros, como la medalla Eddington en 1975, la Hughes en 1976, y la Albert Einstein en 1979, pero nunca pudieron darle un Nobel.
En 1963, con 21 años, le diagnosticaron esclerosis lateral amiotrófica (ELA). Esta enfermedad degenerativa se da cuando las neuronas encargadas de proyectar el movimiento, van fallando poco a poco hasta que mueren. Esto provoca una parálisis de los músculos, la cual puede llegar a ser mortal. Los primeros síntomas aparecieron durante su estancia en Oxford, y más tarde empezó a perder la movilidad poco a poco por todo el cuerpo. Stephen sobrevivió 55 años con esta enfermedad, a pesar de que los médicos le diagnosticaran que sólo serían dos. Es algo excepcional, ya que la esperanza de vida con esta enfermedad no supera los 14 meses. Pero esto no detuvo a Hawking, él siguió hacia adelante con sus trabajos e investigaciones.
Le encantaba la música, incluso llegó a prestar su voz para canciones de grupos como Pink Floyd, o U2. También estuvo en un equipo de remo durante la universidad. A parte de libros explicando sus ideas, Stephen también escribió varias novelas infantiles con su hija Lucy, con temática de ciencia ficción y aventuras. En ellas explicaba a los más jóvenes conceptos como los agujeros negros y el origen del universo. En la televisión, ha tenido varias apariciones, en forma de cameo, en series como “Los Simpson”, o “The Big Bang Theory”. Aunque también ha sido interpretado por actores en diversas adaptaciones cinematográficas de su biografía, como por ejemplo, “La Teoría del Todo”, donde era Eddie Redmayne quien daba vida a este genio.
Desde luego, Stephen Hawking creía en la vida inteligente extraterrestre, en la posibilidad de viajar en el tiempo en un futuro, y en que la comprensión del universo es uno de los mayores tesoros de la humanidad, pero algo en lo que este hombre nunca creyó, fue en rendirse a la primera de cambio. Como el mismo dijo una vez: “Recuerda mirar a las estrellas y no a tus pies. Intenta dar sentido a lo que ves y pregúntate por lo que hace al universo existir. Sé curioso. Aunque la vida pueda parecer difícil, siempre habrá algo que puedas hacer y tener éxito. Lo importante es que no te rindas”.
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Alumnos del IES La Atalaya participan con sus trabajos con el periódico Viva Conil divulgando sobre ciencia y otros temas importantes en su realidad cotidiana. En esta ocasión por Juan Pedro Leal Moreno, alumno de 3º ESO B.