Chacón presidió el relevo del mando a su llegada a Kabul, en una breve visita que se completó en la base de Herat, al oeste del país, donde España tiene la mitad de los más de 1.300 soldados desplegados en el marco de la misión ISAF.
La ministra llegó a la capital afgana acompañada del jefe del Estado Mayor de la Defensa (Jemad), general José Julio Rodríguez, y de varios familiares de víctimas del accidente del avión Yak-42, con los que rindió un homenaje a los 62 militares fallecidos en mayo de 2003 cuando regresaban de su misión en Afganistán.
El contingente español integrado por 66 militares y cuatro guardias civiles bajo el mando del coronel del Aire Rubén García Servet será el responsable de la operatividad del aeropuerto civil y de la base militar de Kabul hasta el 30 de marzo de 2010.
España, que toma el relevo de Polonia, estará al cargo de las tareas que se desarrollen en las áreas de seguridad, protección, logística y administración, en la que trabajan en total 350 personas entre militares y civiles.
El aeródromo de Kabul tiene una gran importancia estratégica, al ser una de las entradas en el transporte de la fuerza de ISAF y la principal vía de comunicación del país, cuya red de carreteras y ferrocarriles es muy precaria.
A España también le corresponderá hacer frente a corto plazo a la instalación en el aeropuerto del nuevo cuartel general, el ISAF Joint Command.
Los militares españoles asumen esta responsabilidad en un momento en el que el tráfico aéreo en Afganistán se ha incrementado debido al proceso electoral y al recrudecimiento de los ataques de los insurgentes, que ha llevado a Estados Unidos a estudiar un posible aumento de tropas en los próximos meses.
Ante los mandos aliados reunidos en uno de los hangares, Chacón garantizó el esfuerzo de los soldados españoles para evitar que el aeropuerto “vuelva a ser una puerta abierta al terror”, como ocurrió durante la etapa de dominio soviético y talibán, sino “un lugar de encuentro entre Afganistán y el mundo”.
El aeropuerto gestiona un tráfico de unos 500 vuelos mensuales y en menos de un mes –apuntó Chacón– transitarán por él más de 15.000 personas que emprenderán su peregrinaje anual a La Meca.
Desde Kabul, la ministra de Defensa se desplazó a Herat, al oeste del país, en un Hércules C-130 para visitar al grueso del contingente español, que opera bajo el mando italiano.
Chacón reafirma el compromiso español con Afganistán
La ministra española de Defensa, Carme Chacón, recordó ayer en Afganistán a los 62 militares muertos en el accidente del ‘Yak-42’ en 2003 para reafirmar el compromiso que España tiene en la contribución a la paz y la estabilidad con este país.
En su quinto viaje a Afganistán en el año y medio que lleva de ministra, Chacón presidió el acto por el que España asume el mando del aeropuerto de Kabul por un período de seis meses dentro de las rotaciones de la misión ISAF de la OTAN.
La titular de Defensa completó su breve visita trasladándose a la base de Herat, al oeste del país, donde España concentra cerca de la mitad de su contingente de más de 1.300 soldados bajo la responsabilidad de dar seguridad a la zona y formar batallones afganos.
Aunque su principal objetivo era expresar a las tropas su “gratitud y orgullo” por la labor que realizan dentro de ISAF, Chacón quiso que su primer acto en Kabul fuera homenajear a las 62 muertos en la mayor catástrofe de las Fuerzas Armadas españolas.
Acompañada desde Madrid por tres familiares de las víctimas, la ministra descubrió un monolito con una placa en memoria de quienes perdieron la vida en Trebisonda (Turquía) el 26 de mayo de 2003 cuando regresaban de completar su misión con la OTAN.