Poco antes de las diez de la mañana llegaron a los juzgados de Gernika acompañados por sus familiares y se mostraron tranquilos antes de comparecer ante el juez, ya que, según dijo Ángel María Diego, cocinero del barco, no tienen “nada que ocultar” pues son las víctimas de estos hechos.
Al termino de sus declaraciones ante el magistrado y el fiscal Jesús Alonso, fueron cinco los miembros de la tripulación que han relatado su experiencia a la treintena de periodistas que les aguardaban a la puerta, a los que han asegurado que los trataron “como si fuesen perros”.
Además, varios de ellos han criticado la forma en que el Ejecutivo ha gestionado el secuestro del barco y, en concreto, el maquinista del Alakrana, Víctor Bilbao, la calificó de “asquerosa” y aseguró que “el peor momento” fue cuando se anunció que dos de los secuestradores habían sido detenidos por la Armada.
“Los piratas se pensaban que habían muerto y decían: si esos vienen muertos, vosotros también muertos; si esos vienen con un pie cortado, vosotros vais con un pie cortado”, ha recordado Bilbao, que ha añadido: “han hecho un acuerdo con el Gobierno y me parece que los van a dejar libres (a los dos piratas arrestados), así que, que los dejen, porque si no cumplen el acuerdo y cogen otro barco español, pobrecitos”.
Por su parte, el cocinero del buque manifestó que cuando la tripulación se enteró de la detención de Abdu Willy y Raageggesey Adji Haman fueron conscientes de que el Gobierno “la había cagado”.
Todos coincidieron en denunciar la terrible situación que sufren los ocupantes de otro barco retenido, el Ariana MV, cuya situación conocen porque el 14 de octubre los tripulantes del atunero vasco fueron trasladados por sus captores al carguero de bandera griega.
Ayer relataron que fue especialmente “duro” ver la situación en la que estaban los 24 tripulantes, de nacionalidad ucraniana, del Ariana, que habían sido secuestrados el 2 de mayo también por piratas somalies.