“Sin costaleros ni banda, eso no es paso ni es na”. “Los pasos no llevan ruedas”. “Los pasos, con costaleros debajo”. “Un paso con ruedas jamás me va a emocionar”. “Para salir con ruedas, mejor en casa”. “Querían la medallita de ser los primeros en salir”. “Si esta es la idea, prefiero quedarme otro año más sin pasos”. Estas fueron algunas de las lindezas que pudimos encontrar anoche en redes sociales tras la procesión de la Virgen del Carmen. Una demostración más de que hay muchos a los que les importa más lo complementario que lo verdaderamente importante. El continente por encima del contenido.
Oiga, si a usted lo que le gusta es que haya costaleros y banda y no el hecho de que la Virgen salga a la calle, en las circunstancias en las que estamos, lo mismo es que no entiende de qué va esto. Que el que habla de “jugar a los pasitos” o “ponerse la medallita” no sé si es consciente de que la Virgen del Carmen ha salido porque es 16 de julio. Oh, sorpresa, la Virgen del Carmen saliendo en su día. Que el que dice que “las ruedas no es lo tradicional” no conoce que la Virgen salía así hasta los años 80. De hecho, para muchos lo de ayer no fue una imagen inédita.
No seré yo el que entre en que este tipo de comentarios vienen de tal o cual ciudad porque la gran mayoría han sido muy buenos. Y no es para menos. Lo de ayer del Carmen de Jerez es pura historia. Jerez necesitaba a la Virgen y Jerez respondió. La hermandad se volcó en un día que quedará para siempre en el recuerdo. Sin alardes de protagonismo y haciendo las cosas realmente bien con una organización exquisita. Con humildad y a la vez, sin pretenderlo, dando un golpetazo sobre la mesa. Qué digo golpetazo, revoleando la mesa.
La Virgen salió a la calle, que es lo más importante. En realidad, es lo único importante de todo esto. Ella fue más protagonista que nunca. La ciudad se volcó, al igual que los que vinieron de fuera. La falta de música se suplió con atronadoras ovaciones al paso de la Virgen en un gesto de agradecimiento a la valentía de la cofradía que, durante la tarde de ayer, puso a Jerez en la punta de lanza.
Todos sabemos que no es lo ideal y esperemos que el año que viene todo vuelva a la normalidad y la Virgen del Carmen salga como Dios manda (nunca mejor dicho). Pero lo de ayer fue un gran paso tras un año y pico complicado. Necesario e histórico. Y cómo no, tenía que ser la Virgen del Carmen, que vuelve a escribir en su historia con letras de oro.