La selección española de balonmano hizo este viernes historia al convertirse en la primera en alcanzar cuatro finales consecutivas de un Campeonato de Europa, tras imponerse por 29-25 a la de Dinamarca en las semifinales del Europeo de Hungría y Eslovaquia.
Si el conjunto danés se dejó ganar o no ante Francia en la última jornada de la segunda fase es algo que sólo saben los jugadores nórdicos, pero si lo hicieron este viernes se demostró su gran error.
Espoleados por la sensación de menosprecio que transmitían la indisimuladas ganas del equipo danés de medirse con España, a la que ya habían derrotado en las semifinales del último Mundial y de los Juegos Olímpicos de Tokio, los Hispanos realizaron su mejor partido en todo el torneo.
Una auténtica lección de carácter que les permitió aferrarse a la pista en los peores momentos y, sobre todo, de juego, especialmente en la segunda mitad, en la que demostraron el porqué de su condición de campeones de los dos últimos Europeos.
Trabajo coral en el que destacaron con luz propia el guardameta Gonzalo Pérez de Vargas, que cerró el choque con catorce paradas, y el extremo Aleix Gómez, que lideró el ataque español con sus once dianas
Consciente de que sus opciones de victoria pasaban por una sensacional defensa, el conjunto español se aplicó desde el principio con una inusitada intensidad al trabajo defensivo.
Su agresividad y velocidad de piernas sorprendió a una Dinamarca que en los primeros ocho minutos ya contabilizaba cuatro pérdidas, una cifra sorprendente para un equipo que apenas comete errores en la circulación de balón.
Pero el buen hacer de los Hispanos en defensa se quedó en nada ante las dificultades de los de Jordi Ribera en el ataque estático, como demostró los más de nueve minutos que el equipo español tardó en marcar su primer gol con la defensa formada.
Y no fue porque los Hispanos no generaran claras ocasiones de gol, pero la falta de acierto de los internacionales españoles, especialmente desde el pivote, hipotecaron sus opciones.
Poco se puede hacer ante una selección como Dinamarca cuando superados los primeros veinte minutos de juego se acumulan ya hasta once errores de lanzamiento.
En esos fallos jugó un papel fundamental el guardameta danés Niklas Landin, que a los doce minutos de juego ya contabilizaba cinco paradas.
Dinamarca, liderada por un sensacional Mikkel Hansen, que demostró que además de un excelso cañonero es un sensacional pasador, se situó con una renta de cuatro goles (4-8) a los dieciocho minutos de la primera mitad.
Pero España no estaba dispuesta a rendirse y mucho menos Gonzalo Pérez de Vargas, que, con sus paradas, dotó de nuevos bríos a la defensa del conjunto español.
De hecho, pese a su ventaja, el equipo danés nunca pareció sentirse cómodo y mucho menos en el momento en que los Hispanos comenzaron a resolver sus problemas de lanzamiento con la entrada a la pista de Joan Cañellas.
Con Cañellas percutiendo desde media distancia, la defensa danesa se vio obligada a salir, lo que permitió a los de Jordi Ribera encontrar el camino para abastecer de balones a sus extremos.
Fue la manera que encontró España para comenzar a reducir su desventaja, que a falta seis minutos para el descanso se quedó en dos tantos (8-10).
Dinamarca apostó entonces por un ataque con siete jugadores de campo que Aleix Gómez, con un sensacional robo, no desaprovechó para que España llegase al descanso sólo un gol (13-14) por detrás.
El conjunto español prolongó su dinámica positiva en el arranque de la segunda mitad, en la que nuevo, muy intenso en defensa, logró igualar la contienda (15-15) con un gol de un espectacular Aleix Gómez.
El joven extremo español demostró que pocos jugadores hay en el mundo con su efectividad, sin importar si tiene espacio o no, o incluso si tiene que tirar, aunque es zurdo, desde el extremo izquierdo.
Sus goles, unidos a las paradas de Gonzalo Pérez de Vargas, infranqueable en el segundo tiempo, permitieron a España lograr lo que parecía imposible en el primer período, situarse con una renta de dos goles a favor (18-16).
Nunca antes en todo el campeonato se había visto en esta situación el conjunto nórdico, que debía demostrar que también sabe jugar por detrás en el marcador.
Los Hispanos, superado el ecuador de la segunda mitad, lograron una máxima renta de tres tantos (22-19) gracias a una diana del pivote Adrià Figueras, que rompió su maleficio desde los seis metros
Pero aún le quedaba mucho por sufrir al conjunto español, un sufrimiento que se encargó de aliviar un Aleix Gómez que no sólo se mostró implacable en sus lanzamientos, sino también en defensa con sus robos de balón.
Una eléctrica recuperación del extremo permitió a los de Jordi Ribera situarse con una ventaja de tres goles (24-21) a menos de nueve minutos para la conclusión.
Tiempo en el que España y Jordi Ribera ganaron la batalla táctica al preparador danés Nikolaj Jacobsen, que lo intentó todo para dar la vuelta al marcador, pero ni el ataque con siete hombres ni la defensa 5-1 ni la presión por toda la pista que intentó al final le sirvieron para apartar del triunfo al equipo español.
Los Hispanos, tras convertirse en el primer equipo en alcanzar cuatro finales consecutivas, quieren agigantar el próximo domingo su leyenda igualando a Suecia como la única selección capaz de encadenar tres títulos continentales seguidos.
- Ficha técnica:
29 - España: Pérez de Vargas; Aleix Gómez (11, 2p), Maqueda (2), Gedeón Guardiola (-), Peciña (-), Sánchez-Migallón (-) y Ángel Fernández (1) -equipo inicial- Corrales (ps), Gurbindo (-), Sarmiento (-), Figueras (3), Cañellas (7), Casado (3), Ariño (1), Tarrafeta (1) y Odriozola ()
25 - Dinamarca: Niklas Landin; Svan (2), Gidsel (3), Lauge (2), Mikkel Hansen (8, 4p), Magnus Landin (4) y Saugstrup (3) -equipo inicial- Moller (ps), Kirkelokke (-), Jakobsen (-), Mollgaard (-), Mensah (1), Johan Hansen (-), Andersson (-), Holm (1) y Hald (1).
Marcador cada cinco minutos: 0-1, 2-3, 4-5, 5-8, 8-11 y 13-14 (Descanso); 15-15, 16-16, 21-19, 23-21, 25-23 y 29-25 (Final).
Árbitros: Nikolov y Nachevski (MKD). Excluyeron dos minutos a Maqueda, Figueras, Gurbindo y Peciña, por España; y a Magnus Landin, Niklas Landin y Jakobsen, de Dinamarca.
Incidencias: Primea semifinal del Europeo de Hungría y Eslovaquia disputada en el MVM Dome de Budapest.
Deportes
Los Hispanos dan una lección camino de su cuarta final consecutiva
La selección española hizo historia este viernes al convertirse en la primera en disputar cuatro finales consecutivas de un Campeonato de Europa de balonmano
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