"La crisis será aún más fuerte con una actividad deportiva parada. Está claro que los gigantes del deporte tendrán una contracción de al menos el 50 %"
Los clubes de la Serie A italiana, torneo que se encuentra suspendido desde el pasado 9 de marzo a causa de la pandemia del coronavirus, se enfrentan a unas pérdidas económicas de patrocinadores que pueden alcanzar los 250 millones de euros en el caso de que la temporada no pueda terminar.
El fútbol italiano ingresa gracias a sus patrocinadores unos 600 millones de euros por temporada, pero las competiciones suspendidas y la incertidumbre sobre si será posible reanudarlas, provocarán un perjuicio económico millonario que podría agudizarse aún más en los próximos años.
"Si no se reanuda la Serie A, se estiman daños por 250 millones en los últimos tres meses de esta temporada. Está claro que los daños provocados por la eventual retirada de determinados patrocinadores serán mucho más graves en las próximas temporadas", informó a EFE el economista italiano Marco Bellinazzo.
"Este año las pérdidas solo afectarían a un tercio de temporada, el próximo año sería durante doce meses. La crisis que sacudirá a muchas compañías que trabajan en el fútbol les obligará a disminuir sus gastos y lo primero que harán será rebajar el gasto en publicidad", prosiguió.
Esto, unido a las pérdidas en los ingresos por los derechos televisivos y las taquillas, son la razón por la que la Federación de Fútbol italiana (FIGC) considera "imprescindible" acabar la temporada, incluso superando el límite del 30 de junio.
"Nadie a día de hoy puede hacer previsiones hasta que tengamos esta emergencia sanitaria. Es una emergencia única, que afectó todos los sectores. Pero en cuanto esté superada debemos salir adelante y el fútbol está pensando en qué manera puede reanudar la competición. La prioridad absoluta es terminar los campeonatos", aseguró recientemente el presidente de la FIGC, Gabriele Gravina.
La crisis económica ocasionada por la pandemia del coronavirus provocará, según los expertos, una contracción del PIB italiano de al menos el 10 % en el primer semestre de 2020 y las empresas que producen equipación deportiva sufrirán particularmente con las competiciones paralizadas.
"La crisis será aún más fuerte con una actividad deportiva parada. Está claro que los gigantes del deporte tendrán una contracción de al menos el 50 % de sus ventas. Esto ocurre en Italia y en todos los demás países y eso podría provocar una revisión en los contratos de patrocinio firmados con los clubes", dijo Bellinazzo a EFE.
Y es que, sin partidos, las firmas deportivas que producen la equipación de los clubes italianos experimentarán un bajón de visibilidad que tendrá consecuencias en sus ventas.
Este año hay nueve marcas de ropa deportiva que patrocinan a los veinte clubes de la Serie A: Adidas viste al Juventus, Nike a Inter y Roma, Puma al Milan, Le Coq Sportif al Fiorentina, Joma a Atalanta, Sampdoria y Torino, Errea al Parma, M908 al Lecce, Kappa a Brescia, Génova, Nápoles y Sassuolo, y Macron, que viste a Bolonia, Cagliari, Verona, Lazio, Spal y Udinese.
Una contracción a nivel de venta de camisetas que afectará directamente a clubes como el Juventus, patrocinado por Adidas desde 2017 y hasta 2027, que adquirió hace dos años por 7 millones de euros la exclusiva sobre la venta de sus elásticas.
"El Juventus abrió una sociedad interna para vender el producto con su marca. Renunció a 7 millones que le debía pagar Adidas en este aspecto. Esto significa que sufrirá directamente el perjuicio por la venta de productos con marca Juventus", explica Bellinazzo.
"A eso se sumarán las pérdidas registradas por las varias tiendas de las respectivas marcas. Esa contracción del comercio afectará a todos los clubes, en un determinado porcentaje", concluyó.