Redacción. El Puerto Eran casi las cuatro de la tarde cuando la Hermandad de la Entrada en Jerusalén abría las puertas de su templo, la parroquia del Carmen y San Marcos. El levante azotaba a nazarenos, niños e insignias, pero nada impedía el procesionar del Moreno de San Marcos. Abelardo Galán y Francisco Ancela daban las órdenes a los hombres bajo el paso de Misterio.
El Señor, sobre la burra, agradecía cómo sus hijos le llevaban de manera suave pero decidida. Detrás, San Juan de Jerez acompañaba otro año más el discurrir del Señor sobre su paso. El paso de Nuestra Señora de la Entrega, capitaneado por José Luis Girón y José Bohórquez, atravesó el dintel de la parroquia a los sones de la marcha “Virgen de la Entrega”, estrenada ayer por la Banda de Música San José Artesano de San Fernando.
En San Joaquín, a las 6 en punto de la tarde, el guión blanco y negro de la Hermandad de la Flagelación recibía los primeros envites del viento que se arremolinaba entre los fieles en la estrechez de la calle Cielo.
Y apareció majestuoso el Flagelado, con la música de fondo de la banda de Cornetas y Tambores Santa Mª Magdalena de Jerez. Imponente, sangrante, humilde, poderoso. Los hermanos Alejo, Sergio y Jesús, querían aliviar su sufrimiento y mandaban a los costaleros a andar con ritmo pausado y de frente. María Santísima de la Amargura, la Morena de San Joaquín, iba tras su Hijo conteniéndose las lágrimas de dolor por el que crucificarían en unas horas.
“Reina de San Joaquín”, obra del portuense Carlos Delgado Godino, era interpretada por la Banda de Música Santa María del Viso del Alcor. La familia Mateos comandaba este paso de Palio que tuvo momentos emotivos ante el Convento del Espíritu Santo.