Seis toros de Núñez del Cuvillo, los tres últimos más rematados; el tercero un novillote impropio para La Plaza Real. Juan José Padilla (Cardenal y oro): ovación con saludos y oreja; “El Fandi” (Berenjena y oro): ovación con saludos y oreja; Iván Fandiño (Grana y oro): ovación con saludos y oreja). Un cuarto de plaza en tarde de agradable temperatura. Bien la presidencia en negarse a las peticiones de orejas realizadas por el “publico”, que no por el aficionado, en los tres primeros toros. Si se hubiese dejado llevar por las masas la tarde hubiera terminado con un triunfo “ficticio” de la terna.
Mal ha empezado las corridas del Abono 2014 en la Plaza Real. En primer lugar y siguiendo los precedentes de anteriores temporadas, siguen los problemas en corrales con la ganadería de Núñez del Cuvillo, y este año se debe señalar que hay una nueva empresa y por tanto un nuevo veedor. Según las Actas de Desembarque el sábado 25 a las 11 de la mañana se desembarcaron en los corrales ocho toros procedentes del “Grullo” y dos de la ganadería sevillana de Julio de la Puerta. De los cuales, cuatro de Cuvillo y uno de la Puerta, fueron desechados. A las 19,30 h. del mismo día se vuelven a desembarcar cuatro toros más del hierro titular, siendo rechazado uno de ellos. Al final la corrida queda compuesta por siete toros de Cuvillo (uno como primer sobrero), y un segundo sobrero de Julio de la Puerta. Me consta que Tomás Entero estaba avisado por los aficionados de lo ocurrido el pasado año con esta misma ganadería, por lo tanto y en vista de que ya lo ha “vivido en sus carnes”, debe tomar nota y “castigar” con el destierro durante una o dos temporadas a esta casa ganadera de nuestra plaza. Para colmo de males los toros que han saltado al ruedo han adolecido de casta y fuerza, lo que no es bueno para un cartel compuesto por los tres primeros espadas del actual escalafón de matadores, ni para el público que ha asistido por ver a Padilla y Fandi, ni para el sufrido aficionado que ha acudido a ver una tarde de toros. Y la de Ana Romero, ganadería triunfadora el pasado año en El Puerto, en el campo, por eso en el Mundo del Toro nunca dos y dos serán cuatro.
Padilla salió a buscar a su primer oponente hasta la segunda raya. El astado tomó un puyacito del caballo que guardaba la puerta para luego ser llevado a la jurisdicción del picador de turno. “El Fandi” al tomar el toro dos varas entró en quites recetándole unas buenaschicuelinas. Tras un tercio de banderillas protagonizado por el jerezano, éste comenzó la faena de muleta por alto dando el cornúpeta con su anatomía en el suelo. Luego interpretó varias series por ambos pitones en una faena corta dada la poca fuerza de su antagonista. Lo mató de pinchazo y estocada.
Al cuarto lo recibió con una larga en el tercio. Lo llevó por chicuelinas al caballo donde del toro recibió un puyacito. De nuevo bien con las banderillas. Comenzó la faena de muleta sentado en el estribo para luego echar rodilla en tierra, ahí es donde rompió la voz desde el tendido de la portuense Aroa Cala, quien le brindó un torerísimo fandango, que dio “alas” al jerezano, quien enjarretó unos buenos derechazos de hinojos. Después de la cantaora tomó el mando la Banda de Música “Maestro Dueñas” con el precioso pasodoble Dávila Miura. Durante el resto de la faena el torero se mostró bullicioso y en conexión con el público. Lo mató de pinchazo y estocada.
Con un farol de rodillas recibió “El Fandi” al segundo de la tarde, un ejemplar que no rebosó en el capote del granadino. El torero lo banderilleó con facilidad. La faena de muleta la basó en la mano derecha ante un animal de poco recorrido y casta. Tras unas manoletinas lo mató de estocada.
El quinto no se desplazó en el capote. El torero pidió el cambio antes de que el burel topara con el peto del caballo. Cubrió con nota el expediente de banderillas y con la muleta realizó una faena larga sin contenido. Lo mató de estocada.
Es una pena que Fandiño haya tenido que venir a El Puerto acartelado junto a dos toreros, con todos mis respetos hacia ellos, con un concepto del toreo tan distinto al suyo. El de Orduña ha estado muy por encima de sus dos oponentes. Su primer toro fue un anovilladoburraco que se le “coló” a la autoridad en el reconocimiento. Fandiño le interpretó unos buenos lances a la verónica. Se lo brindó al matador de toros extremeño Antonio Muñoz, que se encontraba en el tendido. El torero realizó una faena de muleta sacándole al toro todo lo que tenía dentro. Una estocada suelta y un golpe de descabello dieron con el toro en tierra.
Al último de la tarde lo recibió por delantales. Brindó la muerte de éste a “El Fundi” que asistía como espectador. Realizó una faena de temple y torería exprimiendo al máximo las embestidas del toro. El torero puso toda la “carne en el asador” mostrando que quiere seguir escalando peldaños en la profesión de matador de toros. Lo mandó a las dehesas celestiales de una estocada, no obstante el toro tuvo “problemas en la aduana” y tardó en doblar.