Las anidaciones de las cigüeñas de la Iglesia Mayor Prioral ponen en peligro las estructuras del primer templo portuense. De ello se desprende del estudio realizado, a petición del párroco don Diego Valle, y de las conclusiones obtenidas una vez celebrado la Comisión de Patrimonio, Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible.
Es por ello que este próximo lunes 24 de noviembre dará comienzo la limpieza de las cubiertas de la Prioral para mejorar el estado de este monumento, que cuenta con unos 5.000 fieles que de forma anual acogen los distintos actos religiosos en torno al templo.
A ellos hay que añadir las 20.000 visitas de turistas que cada año se acercan a la iglesia, siendo, sin duda, una de las principales atracciones, que por historia dan una mayor cabida a los visitantes.
En dicho encuentro también han participado el párroco de la Iglesia Mayor Prioral, Diego Valle; el arquitecto municipal y jefe de servicio de Edificación, Manuel María Fernández Prada; el jefe de servicio de Educación, Juan Prieto; el jefe de servicio de Patrimonio Histórico y director del Museo Municipal, Javier Maldonado; Alfonso Carrascosa, biólogo, zoólogo y científico del CSIC; Juan Pastor, abogado, todos miembros de dicha comisión, y el teniente de alcalde de Policía Local y Protección Civil, Carlos Coronado.
El primer edil agradece la colaboración de cada uno de los profesionales que participa en la comisión “por uno de los más importantes edificios de nuestra ciudad”, destacando la labor de “una concejalía poco conocida que es Edificación y Arquitectura.
Muchas veces nadie sabe lo que se hace desde esta concejalía, que se preocupa por este tipo de actuaciones”, así como la labor de Patrimonio Histórico, “que da a conocer ese patrimonio, no solo a los portuenses, sino a los visitantes”.
El alcalde considera que es la colaboración entre administraciones la que tiene que hacer posible que este tipo de actuaciones de conservación del patrimonio salgan adelante, considerando positivo que, tanto el Ayuntamiento como la Junta de Andalucía colaboren, insistiendo en que “contáis con el respaldo institucional para lo que haga falta. Entre todos tenemos que hacer el esfuerzo de recuperar nuestro patrimonio”.
Confía, por tanto, “en que esta actuación sea todo un éxito y que podamos disfrutar de este monumento en perfectas condiciones”.
El párroco de la Prioral ha anunciado que existen daños provocados por las anidaciones en la estructura del templo, suponiendo por tanto un riesgo y un peligro para las personas, por posibles desprendimientos y se ha intentado, a través de dicha comisión, ver cómo subsanar el problema ocasionado, “sin dañar el valor cultural ni afectar a las cigüeñas” y sin entrar en contradicciones legales.
Manuel María Fernández Prada indica que hay elementos constructivos afectados, tanto por las cigüeñas como por la lluvia. Indica además que el lunes comienzan los trabajos en la Prioral, realizando una limpieza en el patio posterior de la Iglesia Mayor Prioral, así como las cubiertas y las gárgolas, para ver el nivel de atasco que contienen.
La próxima semana, en colaboración con el Parque De Bomberos se hace un tratamiento a las higueras y otras plantas y las obras de saneamiento, siempre en función de la incidencia que tengan en los sumideros y canales.
Una vez se termine con dichos trabajos se pasará a retirar las plantas que estén afectando al edificio, y sanear los huecos y terminar la limpieza, confirma Fernández Prada. Una vez se vayan resolviendo actuaciones y se detecten otros problemas se irán subsanando.
Alfonso Carrascosa ha mostrado datos científicos, indicando que la cigüeña blanca tiene una imagen “en exceso bucólica”, indicando que la información que ha expuesto se puede encontrar en el BOP (Boletín Oficial de la Provincia), la Junta de Andalucía, la Sociedad Española Ornitológica y el Instituto de Patrimonio Español.
Carrascosa ha explicado que se trata de un ave migratoria de vuelo planeador que en España tiene su periodo de cría y descansa en África, pero se está notando un movimiento de población que no ha parado de incrementarse, por lo que, a falta de los resultados de un nuevo censo internacional, los del sexto, de 2004, arrojan una población de unas 30.000 parejas, que han podido aumentar hasta 40.000.
Este animal, indica “causa daños al patrimonio histórico”, que supone daño estético por los excrementos, daño físico por el peso de los nidos que retienen humedad, daño biológico por los minerales del excremento, o por los materiales con que construyen los nidos, como las semillas, que producen daño en las cubiertas y la estructura.
Además, en los nidos, indica, viven insectos y pequeñas aves que aceleran el deterioro del edificio, que es un bien protegido. Y por supuesto, no se olvida que las consecuencias pueden ser daños a las personas, pues se puede caer algún elemento del edificio.
Por tanto, son datos “que causan preocupación”, de ahí el origen de la comisión. Juan Prieto, por su parte, ha dado a conocer los datos sociológicos de la Prioral, pues considera que no se habla de un edificio cualquiera, sino de uno en el que al año acuden unos 200 niños a catequesis; 60 parejas contraen matrimonio; más de 500 personas asisten los fines de semanas a eucaristías; existen siete cofradías alojadas, lo que supone con cultos y otros actos la visita de unas 5.000 personas; más de 130 bautizos y es visitada por unos 20.000 turistas.
“Son cifras ridículas en meses como septiembre, con los actos por la Patrona, o la Semana Santa. No es un monumento muerto, sino con gran vida”, detalla. Javier Maldonado asegura que es uno de los monumentos más importantes e interesantes de la Baja Andalucía, estela de la Catedral de Sevilla, con un interés constructivo pero también ornamental.
Del edificio destaca arbotantes, gárgolas, las Puertas del Perdón o del Sol, retablos de gran belleza y aporte iconográfico, las naves, las capillas, el ábside pentagonal, el coro, o los bienes artísticos que se conservan en la misma y que, muchos de ellos están siendo restaurados gracias a la colaboración de la Academia de Bellas Artes Santa Cecilia.
