Un año después del comienzo de las obras del aparcamiento subterráneo de Pozos Dulces, la construcción continúa realizándose en la margen del río Guadalete, no sin la polémica adherida desde que se conociera el destino para un terreno envuelto en la discordia desde hace ya varios años.
Según se anunció el 4 de septiembre de 2014, con el entonces alcalde de El Puerto, Alfonso Candón, se había procedido a la firma de un convenio con la empresa Gyocivil, encargada de realizar las tareas de construcción del parking, para la contratación de trabajadores para las obras de los aparcamientos subterráneos a través del servicio municipal de colocación y empleo.
Según informaron fuentes de la propia empresa a este medio en aquel entonces, el 80% de los currículos que se recepcionaron eran de personas naturales de El Puerto. Igualmente, los perfiles de peones, capataces y encargados fueron los que más solicitudes recibieron, contabilizándose un 80% de las mismas y acudiendo un 90% de hombres a la presentación de currículos para las ofertas de trabajo. Los interesados llegaron de casi todos los puntos de la provincia de Cádiz. Más de 2.000 curriculum se llegaron a recoger en las más de dos horas que permanecieron abiertas las oficinas, después de formar una inmensa cola que recorrieron varias calles colindantes cercanas a la sede de la entidad.
El entonces concejal de la oposición de Izquierda Unida, Antonio Fernández, y actualmente teniente de alcalde y responsable de Economía, Comercio y Fomento, tildó a la empresa y a Candón de “estar utilizando a los parados como moneda de cambio para que traguemos con unos aparcamientos subterráneos que no son un prioridad para la ciudad en estos momentos”, según se recogía en estas mismas páginas el 4 de septiembre del mismo año 2014.
En la misma línea y después de conocer
Viva El Puerto que ninguno de los trabajadores que en la actualidad trabajan en el parking es natural de El Puerto, a preguntas de este periódico a responsables de Gyocivil, no se ha recibido contestación por parte de la empresa para confirmar o desmentir dicha información.
Aquí toma mayor importancia lo solicitado por Rafael Márquez, secretario de Política Institucional de la Comisión Ejecutiva Provincial del PSOE, días antes de abrirse la recogida de curriculums, el 3 de febrero de 2014, que requirió a los grupos municipales socialistas de la provincia a conseguir información “sobre los distintos procesos de contratación de obras en los que ha resultado adjudicatario el Grupo Gyo”.
Todo ello después del “importante volumen de negocio (más de 30 adjudicaciones de obra en la provincia en los últimos cuatro años) y que obligan a extremar la actuación fiscalizadora de la acción de los Gobiernos municipales en aquellos ayuntamientos en los que nos encontramos en la oposición”.
Promesas electorales
En octubre de 2014, el por entonces portavoz del PSOE y actual alcalde, David de la Encina, presentó un catálogo de 15 medidas “concretas y tangibles para crear empleo en El Puerto de Santa María”, entre ellas un “paquete de incentivos directos por contratar a desempleados portuenses: ayudas a las empresas y autónomos que den empleo a parados de nuestra ciudad”. También, y en plena campaña electoral, en mayo de 2015, presentó “las medidas de mantenimiento y atención social de nuestros barrios, segundo pilar del proyecto socialista tras el empleo”.
Hasta ayer jueves, al menos a primera vista, sólo cinco operarios se mantenían en la actividad sobre el terreno en la zona de Pozos Dulces, toda vez que los trabajadores procedentes de Portugal parece que también finalizaron días atrás.
Accidentes y molestias
La construcción del parking, tal y como se recordará, sirvió de argumentario común por la antes oposición y ahora gobierno para abanderar el rechazo a su construcción y que, posteriormente, desencadenó, ya en la Alcaldía, la expulsión del tercer socio de Gobierno de Levantemos El Puerto, dejando en minoría al equipo de gobierno actual formado por PSOE e IU.
Al nulo impacto laboral sobre la ciudad, se añaden las lógicas molestias de un trazado incómodo y no siempre bien señalizado y asumible por viandantes y conductores, a tenor de los accidentes producidos -según testigos- entre vehículos con las señalizaciones instaladas.
Obras que difícilmente estarán finiquitadas para su fecha original, motivo que también necesitó de negociaciones con Urbanismo para prorrogar una licencia que se dilató para la instalación del desvío de los suministros básicos en la zona.
Convendría recordar que este aparcamiento subterráneo de Pozos Dulces estaba sujeto a la construcción del de la Plaza de Toros y que, al incumplirse la realización del mismo, tendrá una indemnización a la propia empresa de entre unos 500.000 y 800.000 euros, según los propios números ofrecidos por el Ayuntamiento.