A finales de este mes de enero APEMSA presenta ante la Delegación de Cádiz de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio la Declaración Anual de Vertidos del año 2017. En ella se incluyen los datos correspondientes a la depuradora de Las Galeras del pasado año, que indican que solo hubo 8 muestras no conformes de las 389 analizadas en el año 2017, quedando ampliamente por debajo de 25, número máximo permitido de muestras no conformes que establece la ley (Real Decreto 509/1996 que transcribe al ordenamiento jurídico español la Directiva europea 271/91) y la propia Autorización de Vertido concedida a APEMSA en 2006.
Los datos aportados incluyen, además de las analíticas que la propia APEMSA realiza, los datos de las muestras tomadas y analizadas por la Entidad Colaboradora de la Consejería de Medio Ambiente (ECCMA), un laboratorio externo contratado para realizar el seguimiento de las normas de emisión de la EDAR.
Asimismo, los resultados obtenidos en la otra depuradora gestionada por APEMSA, la situada junto a los Centros Penitenciarios, han sido también favorables y, en este caso, no hay ninguna muestra no conforme. En esta estación se realizan 12 analíticas anuales y, según la legislación vigente, solo puede haber 2 No Conformes. Se trata de una instalación cuyo diseño está muy probado y sobredimensionada para el caudal que trata en la actualidad.
Desde el punto de vista cuantitativo, en el año 2017 la depuradora de Las Galeras ha tratado más de 7.633 millones de litros de aguas residuales, de los que se han extraído, para emplearlos como fertilizante, 8.493 toneladas de fangos. Además, se han llevado a vertedero autorizado 560 toneladas de residuos asimilables a residuos sólidos urbanos y 121 toneladas de áridos.
Por su parte, la depuradora situada junto a los Centros Penitenciarios trató otros 563 millones de litros de agua residual.
La Estación Depuradora de Aguas Residuales Las Galeras entró en funcionamiento a mediados del año 1994. Como de todos es conocido, estas instalaciones han tenido desde su puesta en marcha múltiples problemas de funcionamiento debido a deficiencias en su diseño y a las condiciones de trabajo bastante agresivas que han tenido que soportar todos los elementos que la conforman. Tras cerca de 24 años de uso continuado, el principal inconveniente que presenta la instalación es el agotamiento de los equipos y materiales, por lo que a pesar del mantenimiento realizado, presentan un importante desgaste que provoca un número cada vez mayor de averías impredecibles.
El actual PGOU considera la ubicación donde se instala la EDAR Las Galeras como un lugar inadecuado para la ampliación de sus instalaciones. Su comprometida posición actual respecto al núcleo urbano, no considera conveniente su ampliación, sino la construcción de una nueva depuradora en la zona oriental del municipio. En el mejor de los casos, no se baraja un horizonte inferior a 8-10 años.
Precisamente, el mayor problema que se suscita hoy en día, es la posible incorporación de nuevos caudales de aguas residuales y pluviales procedentes de las ARGs que están en proceso de regularización. APEMSA advierte que la depuradora se encuentra prácticamente al límite de su capacidad, por lo que, para poder garantizar la calidad del tratamiento realizado, en especial durante la época estival, únicamente se podrá incorporar una parte del caudal que pudiera llegar desde las ARGs.