El líder, y en el tramo final, frenó a un Racing Portuense que lo tuteó hasta el punto de poner en apuros a un equipo que demostró ese punto de superioridad del que se siente ya de otra categoría. El Racing, que sumaba tres victorias en tres semanas, se quedó sin su póker que le hubiera puesto en bandeja un liderato que su hubiese puesto a un punto escaso.
El juego ofrecido, que no se vio recompensado en forma de puntos, alientan a confiar en que la dinámica hasta entonces ofrecida no cese. La derrota no deja de tener mucha más lecturas: los errores de aquí hasta el final del campeonato deben ser mínimos. O dicho de otra manera, prohibido tenerlos porque de lo contrario empezaría a decir adiós al objetivo que tiene entre ceja y ceja.
Un ascenso que sigue siendo factible pero que tendría ya cubierto el cupo de fallos; el margen es escasísimo porque entre la igualdad existente de los que abren la tabla y que todos buscan lo mismo, hacen que el reto que tiene por delante sea tan complicado como ilusionante. Éste entra en su punto álgido, en el que los fallos tendrá un peaje para el caso de cometerlos. El Juncal acogerá el primero de las siete finales que debe afrontar.
Recibe a la Afición Xerecista el domingo a las 18.00 horas, que viene de ganar in extremis al colista. Si el pasado fin de semana una victoria hubiese puesto a merced el liderato y meterse de lleno en la pomada, en éste, la oportunidad se presenta también interesante pues la jornada acoge el choque entre el líder contra la Algaida. Segundo contra primero y con dos puntos de por medio.
