En el primero de los casos, diez personas fueron condenadas en rebeldía a la pena de muerte, tras ser declaradas culpables de actos terroristas perpetrados desde 2003 en esta región del este de Argelia.
Estos diez islamistas actuaban bajo la bandera del Grupo Salafista para la Predicación y el Combate (GSPC), convertido en Al Qaeda para el Magreb Islámico (AQMI) desde octubre de 2006.
El undécimo condenado es B. Othmane, alias Habib, de 36 años, ex jefe del GSPC para la región de Reghaia, en las afueras de Argel, y capturado en 2000.
Othmane fue juzgado, entre otros delitos, por el asesinato de policías, de miembros de la Guardia Comunal y antiguos activistas islámicos arrepentidos.