Tras este encuentro, en el que el propio Santos reconoció las diferencias ideológicas que les han separado, ambos apostaron sin tapujos por la paz, la integración y la vuelta a la normalidad, porque los dos países se necesitan mutuamente.
Los dos mandatarios lograron así construir la necesaria confianza para devolver la estabilidad económica y comercial a los dos países, y sobre todo la tranquilidad a la región, ya que decidieron eliminar de su vocabulario la palabra “guerra”.
“Hemos decidido que los países restablecen sus relaciones diplomáticas y relanzan una hoja de ruta para que todos los aspectos de la relación puedan progresar, avanzar y profundizarse”, dijo Santos.
“Yo celebro mucho este encuentro el día de hoy con el presidente Chávez, dos personas que han tenido, o que hemos tenido, tantas frecuentes diferencias, que decidan doblar página y pensar en el futuro de nuestros países y nuestro pueblos”, aseveró Santos.
Desde ahora, se va a celebrar “un diálogo franco, directo, sincero, como deben ser todas las buenas relaciones”.