“Unas u otras expresiones usadas en el calor del momento pueden haber dado pie a malentendidos. La vicepresidenta Reding no quería establecer ningún paralelismo entre lo que ocurrió en la Segunda Guerra Mundial y el presente”, ha aclarado Barroso al ser preguntado al respecto en una rueda de prensa.
Francia calificó de “patinazo” las declaraciones de Reding por su comparación entre la expulsión de gitanos con la deportación de judíos durante la II Guerra Mundial.
Salvo esa puntualización, Barroso ha ofrecido todo su respaldo a la comisaria responsable de Justicia y ha
dejado claro que el duro mensaje que expresó el martes y su intención de abrir expediente a Francia cuentan con su “apoyo personal” y con el “respaldo total” del colegio de comisarios.
“La vicepresidenta Reding expresó su posición ayer tras consultas conmigo y con mi pleno respaldo”, ha subrayado Barroso.
Por su parte, el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, considera que la comisaria Reding debería haber abordado en “privado” con el Gobierno francés sus críticas a las expulsiones de gitanos desde Francia.
Así lo expone en una entrevista publicada en la edición digital del diario francés Le Figaro, donde afirma que Reding tendría que haber actuado así “antes de expresarse públicamente”.
“Este problema de los gitanos no es específicamente francés”, aseguró Berlusconi en la víspera del Consejo Europeo.
“Afecta a todos los países de Europa”, agregó el jefe del Gobierno italiano, quien afirmó que “hay que añadir este asunto al orden del día” de la reunión de hoy “para que hablemos todos juntos con el fin de encontrar una posición común”.
