La clave del retraso en la recepción por parte del Ayuntamiento de las dependencias policiales se debe a que varias partes del interior del edificio están todavía en bruto, entre ellas, una de las más importantes: la sala de control, según han informado a Viva Sevilla fuentes del Sindicato Profesional de la Policía Local (Sppme).
“El 6 de julio tuvimos una reunión con el delegado de Seguridad, Demetrio Cabello, y nos informó sobre el estado de la comisaría, ya que la antigua Corporación nos ha mantenido al margen desde que se puso la primera piedra”, comenta Carlos Guerra, delegado del Sppme.
“El delegado señaló que lo que se había encontrado el nuevo Gobierno fue un edificio con despachos desorbitados y con dependencias a medio terminar, ya que la sala de control y de transmisiones de la Policía estaba en bruto, a ladrillo visto, y separada de la sala de control de tráfico”, continúa Guerra.
Imprevistos
Con más de un año de retraso, la entrega de la comisaría se demorará aun más. Ahora se tendrá que reestructurar parte de su interior al tenerse que unir ambas salas de control y reducir despachos, ya que las antiguas delegaciones de Convivencia y Seguridad y de Movilidad han dado paso a una única de Seguridad.
“Según tenemos entendido, señala Guerra, los antiguos delegados (Fran Fernández y Alfonso Mir) no se pusieron de acuerdo sobre si debía haber una o dos salas de control y qué elementos debían estar en una o en otra. La nueva Corporación se ha encontrado con esta papeleta y todavía no hay un proyecto para unificarlas, algo que costaría cerca de 40o.000 euros. Y mientras, nosotros seguimos en los edificios de La Cartuja, en malas condiciones y hacinados”, finaliza.
Cabello promete al Sppme una visita oficial a la nueva Jefatura
El nuevo delegado de Seguridad, Demetrio Cabello, prometió en una reunión con los representantes del Sppme que organizaría para el sindicato una visita al edificio de La Ranilla.
“No conocemos el edificio de manera oficial. La anterior Corporación no nos tuvo en cuenta para nada y eso que somos el sindicato mayoritario de la Policía con más del 98% de los miembros afiliados”, señala Carlos Guerra.
“Nosotros somos los más perjudiciados por el retraso de Detea. Los dos edificios que tenemos en La Cartuja, Charly I y Charly II, tienen problemas en las tuberías, en las instalaciones del aire acondicionado y estamos hacinados en los vestuarios”, comenta Guerra, que añade: “El Charly III, que ya le estaba costando dinero al Ayuntamiento, se entregó y se trasladó todo a los bajos de Marqués de Contadero y cuanto más tarde en inaugurarse el edificio de La Ranilla más dinero se tendrá que gastar el Consistorio -30.000 euros al mes- por cada uno de los dos que quedan en La Cartuja”.