A la salida del hemiciclo tras esa votación, Zapatero ha comentado a los periodistas que estaba "razonablemente satisfecho" por el resultado de la votación con la que se ha aprobado la reforma con los votos a favor del PSOE, PP y UPN.
Ante el hecho de que finalmente no haya sido posible el acuerdo con CiU para que apoyase la reforma o se abstuviese, el jefe del Ejecutivo se ha limitado a comentar que "ese ha sido un problema de Gaspar Llamazares".
Zapatero se ha referido así al hecho de que Llamazares se ha opuesto en el pleno a que se votara una enmienda transaccional presentada por PSOE y PP a una enmienda de CiU y que podría haber permitido el acuerdo entre estas tres fuerzas políticas.
La oposición de un solo diputado a la votación de enmiendas transaccionales impide que éstas puedan seguir su tramitación y, por tanto, decaen.