El tribunal de Roma condenó además al hijo del ex dirigente juventino Alessandro Moggi a un año y dos meses de reclusión, mientras que absolvió al resto de imputados, entre los que se encontraba Davide Lippi, el hijo de Marcelo Lippi, seleccionador italiano.
Ambos fueron declarados culpables de violencia y amenazas contra los jugadores Amoruso, Blasi, Zetulaiev y Budiansky, mientras que fueron absueltos de la acusaciones de asociación delictiva.