La agencia ha revisado a la baja la capacidad de solvencia de Castilla-La Mancha y, además, la de País Vasco, Extremadura, Galicia, Comunidad de Madrid, Cataluña, Andalucía, Castilla y León, Murcia y Comunidad Valenciana, en todos los casos con perspectiva negativa y por "presiones crecientes" en materia de liquidez y "persistentes" desequilibrios en sus presupuestos.
Moody's justifica la bajada de A3 a Ba2 en el caso de Castilla-La Mancha en su debilidad para financiarse y denuncia que la "mala contabilidad" y los controles "inadecuados" han acrecentado las "deficiencias" existentes dentro del funcionamiento de la administración. La situación de esta comunidad hará que, para cumplir sus compromisos con los inversores, tenga que endeudarse más aún o solicitar apoyo financiero del Estado, según la agencia.
Moody's admite que el nuevo gobierno de María Dolores de Cospedal ha emprendido unas "ambiciosas" medidas de ahorro, pero que será en la próxima revisión cuando analice su "viabilidad".
Las siguientes autonomías con peor nota en esta revisión son la Comunidad Valencia, cuyo 'rating' ha caído de A2 a Baa2, y Cataluña, que ha pasado de Baa1 también a Baa2. En ambos casos, Moody's achaca la rebaja a las presiones económicas, aunque en el caso catalán menciona expresamente que la Generalitat ha tomado medidas para reducir costes y su trayectoria fiscal se "estabilizará" progresivamente, hasta el punto de que si sigue esta tendencia podría cumplir el objetivo de déficit en los próximos años.
Por su parte, la Región de Murcia ha caído de A2 a Baa1; Andalucía y Castilla y León de Aa3 a A2; Extremadura, Galicia y Comunidad de Madrid de Aa2 a A1; y el País Vasco de Aa3 a Aa1.
La agencia Moody's siguió el martes los pasos de Fitch y Standard & Poor's y modificó la nota de la deuda española de AA2 a A1, lo que supuso una rebaja de dos escalones que este miércoles ha vinculado también con las revisiones a la baja de las autonomías señaladas en el nuevo aviso.