La liberación del Sirius Star suma un punto más a la lucha contra la piratería entablada por la comunidad internacional, que ha aumentado sus efectivos navales en el Golfo de Adén.
En la víspera, la Armada de Estados Unidos creó una fuerza especial para combatir la actividad de los piratas en esas aguas, la Fuerza Combinada 151, integrada por unidades de otro contingente naval que combate el tráfico de armas y de drogas en la zona.
Este último equipo es una división de las Fuerzas Combinadas 150 (CTF-150), de las que forman parte navíos de más de 20 países.
La creación de esta nueva flota contra la piratería, que estará comandada por EEUU, se produce seis meses después de que la Fuerza Naval Combinada creara una patrulla especializada para combatir estos incidentes.
Los secuestros de embarcaciones se han convertido en una práctica habitual en aguas próximas a Somalia, ya que los rescates que demandan los piratas los convierten en un negocio redondo para la empobrecida población somalí.