En declaraciones a los investigadores que le interrogan por posible complicidad con el presunto asesino abatido el jueves, Abdelkader Merah ha asegurado que no lamenta nada de lo que ha hecho su hermano y que aprueba sus acciones.
Abdelkader Merah ha permanecido bajo custodia policial desde la madrugada del miércoles, tras iniciarse el despliegue de los agentes de la unidad de élite policial RAID (Disuasión, Intervención, Investigación y Asistencia) para detener a su hermano, que finalmente fue abatido de un disparo en la cabeza el jueves por la mañana.
A pesar de sus declaraciones provocativas, Abdelkader Merah, que es el hermano mayor de una familia de cinco hijos (tres hombres y dos mujeres), ha negado tajantemente que conociera a priori los planes asesinos que perpetró Mohamed.
La Subdivisión Antiterrorista de la Policía francesa y la Policía Judicial gala están intentando esclarecer si Abdelkader Merah, de 27 años de edad y que profesa un salafismo muy radical pero no violento, pudo manipular a su hermano Mohamed para que cometiese los crímenes.
Los investigadores, según el diario 'Le Point', trabajan con la hipótesis de que Abdelkader haya tenido un papel de "cerebro" de los asesinatos perpetrados por su hermano pequeño aunque no tienen pruebas que lo demuestren. La pólvora que ha sido encontrada en su vehículo y que todavía está siendo analizada tendrá un papel fundamental en la investigación sobre los lazos entre los dos hermanos.
Los agentes de Policía que investigan el caso describen a la familia de Merah como una familia "borderline", de capacidad intelectual limitada, y estiman que Mohamed rompió relaciones con su familia tras una fuerte discusión con su hermano mayor.
El director central del servicio de inteligencia interior de Francia, Bernard Squarcini, ha declarado en una entrevista al diario 'Le Monde' que Mohamed Merah dijo a los agentes que le tenían acorralado en el piso de Tolouse donde finalmente falleció: "No tengo confianza con mi hermano, nunca le he contado lo que hacía. Ni a mi madre".
