Sporting 0
—Athletic—Iraizoz; Iraola, Ocio, Amorebieta, Koikili; Susaeta (Etxeberria, min.58), Orbaiz, Javi Martínez (Gurpegi, min.76), Gabilondo (David López, min.46); Ion Vélez y Llorente.
—Sporting—Sergio Sánchez; Sastre, Neru, Hernández, José Angel; Camacho, Michel; Omar (Pedro, min.77), Lora (Kike Mateo, min.69), Castro (Cámara, min.86); y Barral.
Árbitro: Medina Cantalejo (Colegio andaluz). Mostró tarjetas amarillas a Omar, Neru, Lora y Barral, todos ellos del Sporting.
Incidencias: Partido de ida de los cuartos de final de la Copa del Rey disputado ante unos 35.000 espectadores en San Mamés.
El Athletic y el Sporting de Gijón resolverán la próxima semana en El Molinón su eliminatoria de cuartos de final de Copa después de empatar a cero en San Mamés en un partido de ida en el que el equipo asturiano no pudo plasmar en el marcador su mejor juego.
El Athletic, espeso en su juego y con escasos recursos físicos, estuvo muy lejos de alcanzar las prestaciones ofrecidas hace apenas cuatro días frente al Valencia, y atenazado por la presión y por un rival más metido en faena, fue incapaz de desnivelar la balanza, ni siquiera con un penalti.
La primera parte tuvo un claro color visitante. El Sporting aplacó rápidamente la euforia local acaparando la posesión de la pelota gracias a su superioridad táctica en el centro del campo y enfrió un ambiente que nunca tomó el grado de efervescencia esperado.
La versión arrolladora y convincente del Athletic liguero dio paso a un equipo temeroso y estático para el que la mejor noticia fue llegar al final sin que se moviera el marcador.
Tras un par de avisos de David Barral, el conjunto local, no obstante, dispuso de una única ocasión, aunque sin duda la más clara del partido, gracias a un inexistente penalti fallado por Fernando Llorente.
En el minuto 33, Lora enganchó un buen disparo desde la frontal que Iraizoz envió a córner con apuros.
En la segunda parte, un par de cabezazos de Llorente, en el minuto 54 y el 66, sirvieron para calentar los ánimos de la grada, pero poco más. La cabeza de los locales quería, pero las piernas no respondían y el desgaste físico fue apagando ese ímpetu.
Sin frescura ni ideas, el equipo local no encontraba la manera de hacer daño al Sporting. Con orden y sentido, el conjunto gijonés guardó bien la meta.