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Vallecas reclama asiento de Primera

El Rayo Vallecano presentó su candidatura al ascenso tras golear al Celta de Vigo, por cuatro goles a uno, en un partido en el que los madrileños fueron muy superiores y sumaron de forma merecida otros tres puntos que les confirman en los puestos que dan acceso a la Primera División...

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Rayo Vallecano     4   
Celta    1   

—rayo vallecano—Cobeño; Albiol, Salva, Tena, Coke; Collantes, Michel, Enguix (Diame, m.57) (Sousa, m.71), Jofre; Piti y Aganzo (Perera, m.58).
—celta de vigo—Falcón; Lucas, Jordi, Rubén González, Fabiano (Lago, m.46); Rosada, Renán (Dani Abalo, m.46), Jonathan Vila (Oscar Díaz, m.70); Ghilas, David y Trashorras.
Árbitro: Pérez Riverol (C. Tinerfeño). Mostró tarjetas amarillas a los locales Jofre y Albiol; y a Rubén, Trashorras y Rosada, del Celta.
Goles:
1-0    Coke (m.7)
2-0    Aganzo (m.9)
3-0    Aganzo (m.12)
4-0    Collantes (m.56)
4-1    Ghilas (m.57)
Incidencias: Unos 12.500 espectadores en el estadio Teresa Rivero.

El Rayo Vallecano presentó su candidatura al ascenso tras golear al Celta de Vigo, por cuatro goles a uno, en un partido en el que los madrileños fueron muy superiores y sumaron de forma merecida otros tres puntos que les confirman en los puestos que dan acceso a la Primera División.

Antes del primer cuarto de hora, el Rayo Vallecano ya había resuelto a su favor el enfrentamiento y en un periodo de tan sólo cinco minutos, tres acciones locales electrocutaron al equipo gallego.

Una sensacional pared entre Coke y Míchel la culminó el primero para abrir el marcador, dos minutos antes de que Aganzo cabeceara al fondo de la red un buen servicio desde la izquierda de Jofre. Y en el duodécimo minuto, los locales ya ganaban 3-0, repitiendo los protagonistas de la acción anterior: Aganzo, esta vez con el pie, convirtió en gol un nuevo centro desde la izquierda de Jofre.

En el minuto 56 de la segunda parte, Collantes marcó el cuarto tanto local, tras nueva internada de un sensacional Jofre por la izquierda, zona desde la que el Rayo fue letal.

El Celta sacó de centro y, por mediación del argentino Ghilas, anotó el tanto del honor en un partido de poca honra, en el que sólo se salvó Trashorras.

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