El Gobierno de España ha condenado este martes "en los términos más tajantes" la "brutal" matanza de más de 60 miembros de la Policía Nacional Filipina en la región de Maguinadanao el pasado domingo en el curso de operaciones contra elementos terroristas.
En un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, el Ejecutivo español traslada sus sinceras condolencias a las familias, allegados y compañeros de las víctimas y su solidaridad a las autoridades de Filipinas, así como su deseo de un pronto restablecimiento de los heridos.
El Gobierno que dirige Mariano Rajoy confía en un "rápido esclarecimiento de los hechos" y la consiguiente "depuración de responsabilidades" de forma que se pueda retomar "cuanto antes" la búsqueda de una paz "sólida y duradera" en Mindanao "con el más amplio consenso posible".
Más de 60 policías filipinos y ocho rebeldes murieron el domingo en lo que las autoridades del país han calificado como un "desencuentro" durante una operación para arrestar a dos milicianos que se habían refugiado con los combatientes del Frente Moro de Liberación Islámico (MILF).
Según ha explicado el ministro del Interior, Manuel Roxas, la Policía estaba intentando capturar a dos miembros relacionados con Al Qaeda cuando se encontraron con un grupo de rebeldes que pensaron que la operación estaba dirigida hacia ellos. Fue entonces cuando comenzó el enfrentamiento, ha subrayado.