Con el objetivo de alcanzar los 1.000 millones de dólares, el primer ministro paquistaní, Yusuf Razá Guilani, instó a los representantes de agencias humanitarias, organismos multilaterales y potencias extranjeras reunidos ayer en Islamabad a “asumir la responsabilidad” por los desplazados ya que su Gobierno se ha comprometido a “erradicar el terrorismo”.
“Paquistán busca una respuesta positiva y visible de la comunidad internacional”, declaró Guilani ante la conferencia de donantes, y urgió a diseñar un plan de acción global conjunto para que los insurgentes no se aprovechen de la “vulnerabilidad” de los desplazados, según un comunicado difundido por su oficina.
El primer ministro expuso que “dada la magnitud de la tarea”, el Gobierno requiere “el apoyo de la comunidad de donantes, tanto para la asistencia en marcha (a los desplazados) como para el proceso de reconstrucción” de sus hogares.
Guilani explicó que la estrategia de las autoridades paquistaníes para afrontar la situación está estructurada en tres fases: asistencia –para la que dijo contar con asesoramiento de la ONU–, retorno y rehabilitación-reconstrucción, con apoyo para esta última del Banco Mundial.
En rueda de prensa posterior a la conferencia de donantes televisada por los medios del país, la viceministra de Economía, Hina Rabbani, detalló que Pakistán ya ha obtenido 224 millones de dólares de los 1.000 que estima necesarios “por el momento” para afrontar la crisis. De ese montante, EEUU aporta 110 millones de dólares.