El anuncio fue defendido ayer por el capitán del Athletic de Bilbao, Joseba Etxeberria, que ha asegurado que el pronunciamiento no supone posicionarse políticamente y no debe generar “ninguna polémica”.
También opinó sobre el manifiesto la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, que ha considerado que “no es bueno llevar al espíritu deportivo cuestiones que dividen a la sociedad”, aunque ha agregado que “los futbolistas están en su derecho de expresarse como les parezca oportuno”.
La portavoz del gobierno vasco, Miren Azkarate, afirmó que la selección de fútbol depende de la federación, que el nombre histórico de la misma es “Euskadi” y que “no hay ningún inconveniente en seguir con ese nombre”.
El portavoz del PSE-EE, José Antonio Pastor, dijo a los jugadores que han originado esta “polémica artificial” que “más les valiera jugar al fútbol y hacerlo bien, cosa que últimamente no están haciendo, y no enmarcarse en políticas estériles que no hacen ningún favor al deporte vasco”.
El presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti, advirtió de que la “dinámica batasuna radical” de estos jugadores “acabará cargándose al Athletic, la Real y el Alavés”. Su partido registró en el Parlamento Vasco su denuncia porque se juegue contra Irán, país que no respeta los DDHH.
