A las 08.30 de la mañana (04.00 GMT), un estruendo ensordecedor dejó paso a una densa columna de humo blanco procedente del fortificado barrio de Wazir Akbar Khan y visible desde varios puntos de Kabul.
Allí tienen su sede, entre otros edificios, la embajada estadounidense y el cuartel general de la ISAF –la misión de la OTAN en el país–, hasta donde llegó el suicida a bordo de un vehículo que hizo estallar pese a las fuertes medidas de seguridad.
El Ministerio afgano de Defensa confirmó que el atentado causó la muerte de siete personas y heridas a otras 91, la mayoría trabajadores afganos que esperaban a las puertas del cuartel general de la organización para entrar en el recinto.
En un comunicado, la ISAF reconoció que la explosión acabó con las vidas de varios civiles y que también resultaron heridos varios militares extranjeros, pero sin llegar a precisar el número de víctimas.
El atentado fue reivindicado por los talibanes, cuyo portavoz, Zabiullah Mujahid, aseguró a Efe por teléfono desde un lugar no especificado que el objetivo del suicida era atacar la embajada de Estados Unidos y el cuartel general de la ISAF.
“(El ataque) fue ejecutado con un todoterreno cargado con 500 kilogramos de explosivos”, precisó Mujahid, quien dijo haber causado la muerte de 25 personas.
Los canales locales emitieron imágenes de los equipos de bomberos y los servicios de rescate esforzándose por apagar el incendio causado por la explosión, entre los bloques de cemento y barreras de seguridad que protegen la céntrica zona capitalina.
La ciudad de Kabul está sometida a una fuerte vigilancia de patrullas de la ISAF, tropas afganas y la Policía local, que rodean los edificios gubernamentales y controlan el acceso a las vías donde tienen sus sedes las embajadas extranjeras.
Pese a ello, el aeropuerto de Kabul recibió ayer el impacto de dos proyectiles –según el Ejército estadounidense–, después de que otros ocho cohetes cayeran en la ciudad el pasado 4 de agosto, lanzados desde áreas rurales cercanas a la capital.
En el resto de país, pese al despliegue adicional de tropas con motivo de los comicios, los talibanes han incrementado durante las últimas semanas sus ataques y ayer varios cohetes fueron lanzados sobre la Base de Apoyo Avanzado española por segunda vez en una semana.