“Pronto comenzarán a llegar unos cohetitos rusos”, con un alcance máximo de 300 kilómetros, “y que no fallan”, señaló Chávez durante una alocución desde el palacio presidencia del Miraflores tras su regreso al país.
El presidente venezolano señaló sobre el uso de ese armamento: “no vamos a atacar a nadie, pero con esos instrumentos de defensa haremos frente a cualquier amenaza, venga de donde venga”.
El anuncio se produce en un momento en que las relaciones diplomáticas de Venezuela y Colombia están congeladas desde finales de julio como protesta por el uso de Estados Unidos de bases situadas en territorio colombiano.
Chávez llegó a Caracas tras once días de gira por nueve países de África, Asia y Europa, cuya última etapa fue España, periplo del que dijo que “salió de manera excelente”.
Así, aseguró ahora que “la voz de Venezuela retumba en los horizontes del mundo” y es respetada en todas partes, en contraste con lo que dijo que sucedía antes de su llegada al Gobierno, hace diez años.
La gira del presidente venezolano comenzó en Libia el pasado uno de septiembre y le llevó también a Argelia, Siria, Irán, Turkmenistán, Bielorrusia y Rusia, con una visita de última hora al Festival de Cine de Venecia.
Chávez hizo una mención especial en su discurso a su paso por la alfombra roja de la Mostra veneciana.