Rechazó así la tesis de que la hubiese acompañado por el camino que lleva hacia el río, donde apareció el cadáver
El acusado del crimen de Nerea Añel, la joven de 26 años que desapareció en enero de 2020 y cuyo cuerpo fue encontrado meses después en Barbadás (Orense), se ha declarado este lunes inocente y ha asegurado que no estaba con ella cuando murió.
La joven desapareció dos meses antes de la pandemia, aunque el cuerpo no fue encontrado hasta casi ocho meses después tras ser localizado por unos senderistas que paseaban por la zona, a orillas del río Barbañica, en el término municipal de Barbadás.
El acusado, Julio G.S., relató en el primer día del juicio que comenzó hoy en la Audiencia Provincial de Ourense, que después de ir al motel juntos tras robar a un taxista, y al pensar que les podría estar buscando la Guardia Civil, acordaron abandonar el establecimiento y "decidimos separarnos".
Rechazó así la tesis de que la hubiese acompañado por el camino que lleva hacia el río, donde apareció el cadáver.
El hombre, quien únicamente contestó a preguntas de su defensa, sostuvo que no sabe qué le pudo pasar a Nerea desde que se separaron y aclaró que pensó que ésta había sido detenida e ingresado en prisión después de que ambos robasen a un taxista.
Según su relato, al poco de llegar al motel con ella, "Nerea me pidió que saliésemos de allí, pues estaba muy nerviosa, y sin pensarlo nos fuimos corriendo y a los 150 metros decidimos separarnos por si venía la Guardia Civil", abundó el acusado, quien se enfrenta a 14 años de prisión por un delito de homicidio por omisión.
La Fiscalía cree que, lejos de solicitar ayuda, el acusado decidió huir para no verse implicado y con el fin de desvincularse plenamente de los hechos. El ministerio público solicita para el acusado 14 años de prisión al entender que el hombre la dejó morir al no prestarle auxilio cuando estaban a tan sólo doscientos metros del motel, del que salieron juntos.
Durante el juicio la acusación particular, que representa a la madre, por su parte, eleva los hechos a un "delito de homicidio intencionado" al entender que lo ocurrido no fue un accidente y que el acusado es responsable de la muerte. "Sólo así se explica que Julio llevase el cuerpo hasta el río", señala esta fuente.
Para esta parte, lo ocurrido representa el "caso de violencia machista más extremo" al entender que no sólo la mató sino que también escondió el cadáver, que no fue encontrado hasta ocho meses después, con el consiguiente "sufrimiento" causado a la familia.
Por su parte, la defensa del acusado ha solicitado su libre absolución al entender que no se puede acreditar que él y Nerea estuviesen juntos cuando la mujer murió, ni que tampoco la muerte fuese inmediata o se produjo en un momento posterior.
"La muerte ha sido una desgraciada fatalidad", ha resumido la abogada del acusado, quien ha pedido al jurado que se tenga en cuenta la situación de drogadicción del acusado.
En los últimos días, la madre de la joven pedía que se haga justicia para poder "descansar en paz" y cerrar "este horrible capítulo" de su vida que no le desea "a nadie", y confía en que caiga sobre el culpable "todo el peso de la Justicia".