La Archidiócesis de Granada cuenta desde este sábado con 16 nuevos beatos granadinos, tras la ceremonia de beatificación celebrada esta mañana en la catedral, presidida por el Prefecto para la Congregación de las Causas de los Santos, el cardenal monseñor Marcello Semeraro.
Los nuevos beatos forman parte de la Causa de beatificación de Cayetano Giménez Martín y 15 compañeros mártires de la persecución religiosa en España en el siglo XX, cuya fase diocesana se abrió en julio de 1999 y el anuncio de la promulgación del Decreto por parte de la Santa Sede tuvo lugar el 29 de noviembre de 2019.
A esta ceremonia ha asistido también el Nuncio de Su Santidad en España, monseñor Bernardito Auza, junto a los obispos de Sevilla, Asidonia-Jerez, Córdoba, Guadix, Almería, Sevilla, Málaga, Valencia, Jaén y su obispo emérito, así como el obispo auxiliar de Madrid, monseñor Juan Antonio Martínez Camino.
Tras el saludo del cardenal, el rito litúrgico de la beatificación se inició con la petición del arzobispo de Granada, Mons Javier Martínez, para incluir en el Libro de Beatos a estos mártires granadinos. A continuación, fue leído el texto de la Carta Apostólica en la que Su Santidad inscribe en el citado Libro a los Venerables Siervos de Dios Cayetano Giménez Martín y 15 compañeros mártires.
El despliegue de la gigantografía con el rostro de los 16 nuevos beatos fue acompañado de un sonoro aplauso de los fieles y el tañir de las campanas de las iglesias de Granada, como expresión de acción de gracias a Dios y júbilo. Un relicario fue en ese momento conducido en procesión hasta el altar, donde se depositó.
Con el sello del abrazo de la paz entre el arzobispo de Granada y el cardenal monseñor Semeraro y la entrega de una copia de la Carta Apostólica, la Archidiócesis de Granada cuenta con 16 nuevos beatos.
La fiesta litúrgica de los nuevos beatos se celebrará el 6 de noviembre, memoria y fiesta de los mártires del siglo XX en España.
En la oración de los fieles se rezó especialmente por quienes sufren "en nombre de Cristo, vejaciones, injurias, humillaciones, torturas", así como por los "perseguidores de la Iglesia, para que la sangre de los mártires les haga obtener la conversión".
A la celebración han asistido distintas autoridades autonómicas, provinciales y municipales. Junto a ellos, numerosos fieles procedentes de toda la provincia, entre ellos familiares, y fieles especialmente procedentes de los pueblos vinculados a los nuevos beatos, que han llegado desplazados en autobuses hasta Granada: Almuñécar, Motril, Salobreña, Alhama, Loja, Órgiva, Lanjarón, Alfornón, La Zubia, Beas de Granada, Comares y Coín (Málaga), y Moreda (Guadix).
"LA SANTIDAD, UN DON QUE RECIBIMOS DEL SEÑOR"
En su homilía, el Cardenal Prefecto ha hablado de la santidad como "un don que recibimos del Señor". "Los mártires que hoy honramos y veneramos, como tantos otros de esta maravillosa tierra, han dado su testimonio a Cristo soportando grandes penalidades y sufriendo la muerte misma".
El lema de esta beatificación, 'Tu Gracia vale más que la vida', también ha sido citado en sus palabras, aludiendo a que "a la luz del Santo Evangelio, nosotros podemos entender el sentido de esta elección paradójica: ¡escoger la muerte por la vida!".
El cardenal también ha recordado que "la santidad de los mártires no es nunca un evento del pasado", sino que es "siempre, una gracia para la Iglesia".
"Los mártires de Dios son aquellos que nos guían, los que nos ayudan a mirar nuestra propia vida. No debemos, por tanto, tener miedo de mostrarles nuestras enfermedades, porque ellos mismos, aún habiendo conseguido la victoria, han experimentado la fragilidad humana. Así pues, honramos y veneramos a los nuevos beatos mártires, conscientes de que, en ellos, aún frágiles y débiles como nosotros, Cristo está presente, aunque en modo misterioso", concluyó.
PALABRAS DEL ARZOBISPO DE GRANADA
En sus palabras finales en la ceremonia, el arzobispo de Granada ha expresado, en nombre de la Diócesis, su gratitud al Santo Padre "por este don inmenso hecho a nuestra Iglesia, así como por su incansable ministerio en nombre de Jesucristo, a favor del perdón, de la misericordia y de la reconciliación entre los hombres y los pueblos, de la paz y de la fraternidad humana".
En sus palabras, ha expresado que los nuevos beatos son "un honor" para Granada, pero "sobre todo, una gracia que el Señor nos hace y una fuente poderosa de intercesión". Ha indicado que los nuevos beatos "son también un estímulo para nuestra vida" y, especialmente, una "renovación" del ministerio sacerdotal, "en la línea (*) de una conversión misionera, que haga posible que nos acerquemos unos a otros, que iniciemos caminos juntos, y que de este modo se haga posible o más fácil el milagro de la comunión".
Asimismo, monseñor Javier Martínez ha tenido presente la guerra en Ucrania y ha elevado una súplica por intercesión de los nuevos beatos ante el Señor "para que obtengan para los países implicados en esta guerra y para todo el mundo, el don de la paz y una convivencia basada, no en intereses políticos o económicos, sino en nuestro común reconocimiento como hermanos, hijos del mismo Dios".
El arzobispo ha pedido al cardenal que traslade en nombre "propio y del pueblo cristiano de Granada, nuestra oración por él, nuestra comunión y nuestra obediencia filial".
La celebración ha concluido con el canto del Himno de los mártires, que lleva el nombre del lema de esta beatificación: "Tu Gracia vale más que la vida".