El Grupo Especial de Rescate e Intervención en Montaña (Greim) de la Guardia Civil de Granada realizó el pasado 2022 más de un centenar de rescates en Andalucía, la mayoría causados por negligencias en un año que se ha saldado con 17 fallecidos.

Según han informado a EFE fuentes de esta unidad especializada, durante el año pasado los agentes del Greim participaron en 102 rescates repartidos por las provincias de Almería, Jaén, Granada y Córdoba, además de una intervención en la provincia manchega de Albacete.

En estos rescates atendieron a 127 personas, una cifra que incluye 17 víctimas mortales y 68 heridos.

Solo una minoría de las intervenciones se produjeron por causas fortuitas frente a una contundente mayoría motivada por la falta de nivel técnico o de experiencia, una inadecuada preparación física o por no preparar adecuadamente una salida a la montaña.

Una de las últimas intervenciones de 2022 se produjo el pasado diciembre, cuando en una misma semana los agentes rescataron tres cuerpos sin vida.

Por un lado, el Greim rescató el cadáver de un bielorruso de 22 años y, por otro, los cuerpos de dos húngaras de 55 y 57, los tres de diferentes parajes de Sierra Nevada.

El rescate del cuerpo del joven bielorruso ejemplifica la falta de preparación técnica y física, ya que salió en dirección al Mulhacén pese al temporal que afectaba a la zona, en la que ya llovía cuando decidió emprender la ruta solo, sin material, sin experiencia, sin conocer la actividad ni la zona, con calzado de calle y sin datos en el móvil.

Un año más, una amplia mayoría de los accidentes registrados se podrían haber evitado con una adecuada planificación de la salida y consejos sencillos como avisar a familiares o amigos del destino de la ruta y abordarla con las condiciones físicas necesarias y el conocimiento del material que se va a usar en la montaña.

El Sereim ha contado en un alto porcentaje de sus intervenciones con los integrantes de la unidad aérea de la Guardia Civil, encargados que facilitar tanto el acceso a los puntos del rescate como la evacuación de los heridos, siempre que las condiciones permitan el vuelo.

Junto a las casi nulas razones fortuitas de los accidentes o los provocados por cuestiones de salud como un infarto, una indigestión o una lesión muscular, la mayor parte de las peticiones de auxilio responden a negligencias del rescatado.

La sobreestimación de las propias posibilidades del montañero, el uso de material inadecuado o deteriorado, la falta de nivel técnico o de preparación física y la mala consulta de las condiciones meteorológicas protagonizan las causas de los accidentes.