Los perfumes de Chanel, que han hecho mundialmente famosa a la empresa fundada por Coco Chanel en 1910, tienen muchos secretos, aunque uno de los menos conocidos es que la base de algunos se fabrica en suelo andaluz, concretamente en la localidad onubense de Puebla de Guzmán.
Allí, en mitad de la comarca del Andévalo onubense, se inició una relación hace 23 años que hace que los perfumes franceses mantengan a un centenar de personas ocupadas todo el año, recolectando elementos como la jara, que una vez tratada se envía a suelo francés para ser embotellada.
Todo empezó cuando la firma francesa Aquitania adquirió un cinco por ciento del capital social que poseía el Instituto de Fomento de Andalucía en la empresa Biolandes Andalucía, ubicada en Puebla de Guzmán, dedicada a la fabricación de esencia de jara y eucalipto.
Biolandes reproducía esencia de jara y eucalipto por un sistema original continuo, autosuficiente energéticamente y completamente revolucionario, gracias a tecnologías avanzadas de fabricación automatizada.
Actualmente, según ha explicado a Efe el portavoz de la entidad, José Carlos Muñoz, Biolandes se mantiene como una empresa de venta de productos derivados de la jara, que hace que sus productos terminen en manos de Chanel, y se complete el ciclo cuando los perfumes llegan a las estanterías.
Entre los hitos históricos que se han conseguido con esta relación hay un nombre propio: "Egoiste", el perfume para hombres que Chanel elabora con esencias onubenses desde 1989, uno de los orgullos de los puebleños, como destaca José Suárez, un empresario que a finales de los 80 fue esencial para que Chanel desembarcase en el pueblo.
"Nos comunicaron que Chanel quería aprovechar la extracción de las esencias vegetales de jara y eucalipto, y éramos diecisiete los pueblos andaluces que optábamos a quedarnos con la fábrica", recuerda.
De una criba inicial quedaron dos localidades onubenses, Puebla de Guzmán y Sotiel Coronada, y finalmente la primera de ellas consiguió ser la elegida.
José Suárez elaboró el informe para que Puebla de Guzmán se pusiese en primera fila para conseguir la empresa y desde entonces es sede de la extracción de esencias vegetales.
"Para nuestro pueblo es un lujo, aunque mucha gente no se acuerda de que está la fábrica ahí, porque no hace ruido, y en su caldera de vapor se queman productos vegetales, que no producen mal olor", ha dicho.
Con veinte empleos fijos y ochenta discontinuos, las plantas aromáticas se recogen en los campos del municipio, y ya son más de 22 años con esta labor: "Está claro que hay que abrirse al mundo, y hay que dar gracias de que tenemos recursos naturales y una fábrica preparada para cualquier producto aromático, sobre todo la jara, que es uno de los vegetales de alta perfumería, igual que la rosa o el jazmín".
Sin embargo, es imposible comprar directamente en la fabrica perfumes de Chanel, aunque Suárez guarda un secreto: "Tengo la suerte de que a mí me los regalan, porque los franceses tienen el detalle de mandarlo, ya que sigo colaborando con ellos en asuntos de logística".